El juego no entiende de diferencias de género

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Hace varias generaciones, las tradiciones hacían asemejar la realización de diferentes actividades a un determinado género. Con el progreso y el paso de las décadas esos postulados han quedado obsoleto, y en la actualidad, hombres y mujeres comparten muchas aficiones y preferencias.

Un claro ejemplo de ello, lo encontramos en el sector del juego, el cual hace algunos años parecía un coto privado para los varones, siendo las mujeres un género residual en el desempeño de esta actividad de ocio. Actualmente la brecha entre ambos géneros en el sector del juego apenas existe, debido en gran medida, a la facilidad de acceso a través de redes sociales e internet a una gran oferta de juegos gratis de múltiples temáticas.

Aunque las cifras de usuarios únicos que utilizan estas plataformas de juego online se han equiparado entre el género masculino y femenino, hay diferencias significativas entre la predilección y las elecciones de ambos sexos.

Las mujeres eligen juegos de casino más sencillos, explican desde Party Casino, sin que necesiten un nivel elevado de experiencia para poder salir victoriosas”. En este grupo se englobaría al bingo en línea, ruletas en vivo, slots online o slots con Jackpot entre otros.  Por su parte, los hombres se centran en juegos con mayor tradición y necesidad de concentración, especialmente juegos de cartas como póker y blackjack en línea.  Lo cierto que estas generalidades cada vez lo son menos, puesto que ambos géneros van accediendo a toda la oferta disponible, rompiendo ya estos estereotipos.

Esta no deja de ser una actividad de ocio cuyo fin último es la de ganar dinero y divertirse. En este punto sí que existe cierta diferencia, ya que los hombres son más exigentes a la hora de conseguir ganancias, y las mujeres buscan más una completa diversión, pasando momentos de asueto con sus amigos y familiares.

“Cuando llega el momento de enfrentarse al juego”, todavía explican desde el equipo de PartyCasino, “aquí sí que irradia mucha diferencia en las actitudes que presentan hombres y mujeres”. Si un varón gana cierto montante económico, es previsible que su actitud en la partida sea volver a apostar esas ganancias. En cambio, las mujeres adoptarán una actitud más precavida cuando tengan buenas noticias en el desarrollo del juego, decidiendo retirarse y disfrutar con lo obtenido. Es decir, a tenor de este estudio, se puede generalizar que los hombres son más amantes del riesgo que el género femenino.

Como era de prever y viendo la actitud frente a las ganancias, los hombres tienen muchas más posibilidades de incurrir en mayores pérdidas durante el desarrollo de las partidas. Su afán de querer seguir acumulando riqueza, puede llegar un momento que se ponga en su contra, ya que cuando mayor sea la apuesta, más grande puede ser la posible pérdida. En el polo opuesto, se encontrarían las féminas ya que, a tener más aversión al riesgo, pondrían en liza menos capital en cada apuesta, y con ello se asegurarían tener unas pérdidas menores, aunque también opten a ganancias más pequeñas que los hombres.

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