Juanes desafía el Mont Blanc

Juanes, caminando por una senda de Castroverde.
photo_camera Juanes, caminando por una senda de Castroverde.

El aventurero Jesús García Juanes inicia su próximo reto, consistente en recorrer de forma circular 510 kilómetros del macizo del Mont Blanc en un tiempo récord de una semana y sin apoyo externo, pues llevará en su mochila todas las provisiones necesarias

«estas últimas horas pasan como se fosen segundos», así mostraba ayer su nerviosismo el intrépido deportista de Castroverde Jesús García Juanes horas antes de embarcarse en un avión rumbo al macizo de Mont Blanc, el punto más elevado de Europa. Su nuevo reto comenzará hoy, en torno a las diez de la noche, cuando empiece a caminar una media de 80 kilómetros al día, durante una semana, teniendo que soportar condiciones extremas. «Seguro que neva e estamos a varios graos baixo cero, pero estou preparado para todo», aseguró Juanes.

El desafío al que se enfrenta el aventurero es el de intentar recorrer de manera circular 510 kilómetros del elevado monte en un período de tiempo de siete días portando una mochila con nueve kilogramos de peso, en la que lleva los sustentos mínimos para completar con éxito la travesía.

En ese mismo monte todos los años se celebra el North Face Ultra Trail du Mont Blanc, una actividad en la que participan varios deportistas profesionales y que consiste en superar dos pruebas. Así, en agosto celebran una carrera de 166 kilómetros que deben terminar en 46 horas y en septiembre participan en otro maratón en el que tienen que recorrer 330 kilómetros en 150 horas, unos seis días.

Según señaló, «os participantes dispoñen de apoio externo, durmen en albergues e van acompañados de fisioterapeutas». Sin embargo, lo excepcional del reto de Juanes es que realizará ambas pruebas «en solitario, unha a continuación da outra, sen descanso, nun tempo inferior a 7 días e cunha mochila ó lombo co mínimo», según subrayó.

Lleva comida -jamón, chorizo, higos, galletas y caramelos-, ropa -un chubasquero, un polar y un par de calcetines- y un botiquín básico. «Tamén levo un kit do que eu denomino chatarra: un teléfono por se me ocorre algo e teño que avisar, unha linterna frontal coas súas correspondentes pilas, un GPS para intentar non perderme e un reloxo de muñeca, todo isto é suficiente para poder subsistir», afirmó Juanes.

Autosuficiente

El aventurero apuntó que no ha necesitado prepararse físicamente para poder realizar la actividad pues «o meu corpo xa está acostumado a soportar probas extremas, o único que fixen foi comer moito para levar provisións, engordei 10 kilogramos en dous meses». Además, admitió que «a preparación física non é necesaria, o 100 por cento da capacidade de resistencia baséase na forza mental. Se o corpo se desploma durmo, pero se a mente dáme voltas non conseguirei soportalo». Con todo, Juanes se mostró muy optimista y espera superar el reto en las mejores condiciones posibles.

Solidario

El aventurero lucense continuamente está superándose y afrontando nuevos desafíos, algunos de ello con finalidades solidarias. En junio de este año, por ejemplo, recorrió 500 km sin parar y sin asistencia en la provincia de Lugo, con el fin de que «non se olvide a traxedia de Lorca» y hace años escaló el Kilimanjaro semidesnudo en protesta por el cambio climático.

Según explicaba Juanes antes de partir, hace este tipo de retos al ser «incapaz de estar parado, necesito innovar e superarme a miúdo». Además, aseguró que tiene en mente un nuevo desafío que por ahora prefiere no desvelar.

Comentarios