Juan Ramón Fernández Pacios: ''Burela ya tenía un puerto ballenero en el Medievo''

Juan Ramón Fernández Pacios.
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Juan Ramón Fernández Pacios es licenciado en Geografía e Historia en la especialidad de Historia Contemporánea y se encarga del Centro de Interpretación del Camino Norte en Mondoñedo. Ha investigado con frecuencia, en libros y conferencias, la historia de la comarca mariñana, con cuestiones como la organización política del Concello de Foz entre 1580 y 1880, el hospital de peregrinos de San Martiño de Mondoñedo, el sistema viario medieval en el territorio de Burela o el papel de la nobleza gallega a lo largo de la Edad Media.

Su última conferencia en Burela trató sobre el municipio en la Edad Media, concretamente en el siglo XV. ¿Qué señalaría de relevante en ese periodo?
Cómo fue decayendo gradualmente el poder de la nobleza gallega entre los siglos X y XV. Entre el X y el XII tenían tanta influencia como para aupar a Alfonso VII al trono, incluso en contra de la voluntad de la propia madre del monarca, Urraca I de León, y de su segundo marido, Alfonso I El Batallador. Con Alfonso VII tuvo Galicia una oportunidad, al final frustrada, de ser reino independiente. Tres siglos más tarde, sin embargo, la resistencia de la nobleza gallega frente a la castellana acabó en un rotundo fracaso. La rebelión de los nobles Pedro Pardo de Cela y su yerno Pedro de Bolaño significó la decapitación del primero ante la catedral de Mondoñedo por mandato de los Reyes Católicos. Hasta entonces, el poder de Pardo de Cela en A Mariña era enorme, contando con fortalezas, jurisdicciones, la alcaldía de Viveiro y siendo encomendero del obispado mindoniense.

¿Los Reyes Católicos acabaron entonces con la dominación de la nobleza en A Mariña?
Lograron pacificar el territorio, a costa de realizar un escarmiento ejemplar precisamente con Pardo de Cela. Este noble ha pasado a la historia por el sitio que sufrió por tropas enviadas por los Reyes Católicos y el Obispo de Mondoñedo, su heroica defensa final en el castillo de A Frouxeira y en O Castro de Ouro (Alfoz), además de su ajusticiamiento en 1483 en la Praza la Catedral de Mondoñedo, in extremis, cuando su mujer portaba en las proximidades el indulto real y fue ‘entretenida’ por monjes del obispado en el puente do Pasatempo. Pedro de Bolaño, por su parte, fue dueño del puerto de Burela. Por los bienes de la llamada Sucesión de Burela, Pedro Bolaño pleitea con el cabildo de Mondoñedo, y pierde el pleito. Los condes de Lemos también se rebelaron y vieron como consecuencia muy rebajado el poder que ostentaban hasta entonces. Podemos decir que el siglo XV marcó el final de la nobleza gallega.

¿Y cómo era Burela por aquel entonces?
No sabemos demasiado, pero había ya entonces un puerto ballenero. Durante toda la Edad Media y hasta el siglo XVIII la pesca de ballenas generó una importantísima industria en Burela, que alcanza su mayor esplendor en los siglos XV y XVI. Está documentado que en 1527 los balleneros vascos declaran que vienen a Burela desde tiempos muy antiguos. Los vascos viven en alquiler en las casas del puerto, de las que son dueños las familias Díaz de Ribadeneira y Pedro de Bolaño. Además en Burela existían varias casas torre, preparadas para la defensa con almenas y de las que aún perviven la situada en Burela de Cabo y una casa señorial en Vilar. La casa torre le pertenecía a Fernán Díaz, mientras el pazo de Vilar era de Pedro de Bolaño. En sus respectivos testamentos se citan estos edificios.

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