Cuatro exalumnos del conservatorio vivariense lograron una plaza en la convocatoria de este año para la escuela de música de Foz. Los jóvenes profesores buscan un hueco en la enseñanza al tiempo que se ven obligados a salir fuera para ampliar su formación sin renunciar a su sueño de labrarse un prometedor futuro.
el conservatorio vivariense fue la cuna de cuatro jóvenes que ahora imparten clases en la escuela de música de Foz tras concurrir a la convocatoria de plazas para este curso. Se trata de la focense María Galdón y los vivarienses Felipe Sánchez, David Bellas y Carlos Timiraos. Sobradamente preparados, asumen la tarea de formar a nuevos músicos tras una larga carrera y con la dificultad que supone encontrar trabajo, una tarea que en la actualidad resulta complicada en cualquier ámbito.
Los profesores indican que «son moitos anos de estudio, 14 de maneira oficial, e aínda así non chegan, porque nunca podes deixar de estudiar». La carrera se divide en tres ciclos: elemental, medio o profesional y superior. Este último solo se puede cursar en Vigo y A Coruña, lo que se podría asemejar a estudiar cualquier otra carrera. Los docentes creen que «hai anos era máis fácil traballar de profesor de música, polo simple feito de que había menos xente».
Felipe Sánchez asegura que tardó un año en hallar empleo, aunque no fue un año sabático porque siguió con los estudios. David Bellas cree que le resultó sencillo por el instrumento que toca, la gaita, que es una disciplina nueva. Carlos Timiraos estuvo dos meses parado, pero considera una suerte tener trabajo tan pronto. María Galdón piensa que su caso fue el más raro, porque acabó el grado profesional el año pasado y en octubre ya entró en la escuela de Foz. «Sabía que ía saír a convocatoria e estaba pendiente, foi a miña lotería».
