Joven y en Lugo, una dificultad

«Lugo es la provincia gallega con la tasa de paro juvenil más alta» titula el reportaje a doble plana que abre hoy las páginas 2 y 3 de este periódico. Es un diagnóstico que debería preocupar a todos. Es un mal dato para una provincia que necesita invertir su pirámide de población para tener futuro. Lugo necesita una base amplia de población joven para tener futuro y para mostrar que hay futuro aquí. Sobran políticas aisladas, a corto plazo y fundamentalmente de propaganda política. Se han demostrado ineficientes para resolver un problema de calado que una coyuntura temporal adversa. Como ineficientes se ven los amplios recursos que se recibieron en materia de formación. La crisis actual acentúa el problema pero no es el origen de que Lugo pierda población y no atraiga por la potencialidad del empleo a los jóvenes. Falta una opción definida y unitaria, desde y con criterios solventes, para mantener en el tiempo y de forma continuada una apuesta que genere actividad real y con proyección de futuro. Ha de hacerse sobre la base de los recursos disponibles y con potencialidad para los mercados españoles y exteriores. No se puede despreciar la acción política que genera unos salarios de meses para paliar el déficit real de oferta de empleo y para buscar, digámoslo también, rentabilidad inmediata electoral. Pero con solo ese tipo de acciones y políticas no va a haber futuro que permita que los jóvenes encuentren empleo en la provincia de Lugo. Ejes reales hay a potenciar y sobre los que centrarse como la transformación aquí de los productos del sector primario, del mar y la tierra -la leche, la carne o la madera-, hasta una apuesta turística que se apoye en atractivos contrastados como el Camino de Santiago, la Ribeira Sacra, la singularidad de la Costa de Lugo, además del Lugo romana que es toda una potencialidad como recurso para atraer viajeros.