Su marca: Quercur leathercraft

José Ramón Melchor: "Entiendo el cuero como un lienzo"

Hace piezas de marroquinería inspiradas en el estilo norteamericano de los cowboys ► Comenzó haciendo alguna pieza para las armas que coleccionaba, pero le acabó enganchando y ahora se dedica a ello de forma profesional
José Ramón Melchor en su taller
photo_camera José Ramón Melchor en su taller

EL CUERO es el material de expresión con el que trabaja José Ramón Melchor, un motero que solía salir de caza y ahora realiza marroquinería al más puro estilo norteamericano.

Melchor entiende el cuero como "un lienzo que permite dar volúmenes y formas", comenta. Eligió trabajar con este material porque "es muy versátil, puedes hacer muchas cosas, desde colorear hasta hacer diferentes objetos", dice.

El artesano era un coleccionista de armas blancas y aficionado a la caza y deportes de aire libre cuando empezó con esta nueva afición que se convirtió en su profesión. "Una cosa te lleva a la otra. Te haces una correa para un rifle o haces una funda para un cuchillo, y cuando te das cuenta tienes un taller", comenta.

Empezó con este hobby hace siete años, de los cuales lleva cuatro ya de forma profesional. José Ramón comenta que esta actividad "fue todo autodidacta". Fue aprendiendo sobre marroquinería "con internet, con libros y la curiosidad que te lleva de una cosa a otra", dice, "pero llega un momento que necesitas un maestro", asegura. Es por eso que el artesano se cultivó en este oficio de la mano de Pepín Vives, quien dejó su trabajo de zapatero y se dedicó al grabado en piel y al mundo de la talabartería de estilo texano.

"Es un material muy versátil, puedes hacer muchas cosas, desde colorear hasta hacer diferentes objetos"

La actividad de Melchor se centra en crear los talabartes donde los caballeros llevaban sus armas o la pólvora. "Ahora me puedo dirigir a un cazador o a un coleccionista", comenta. "Esa es la parte creativa de este trabajo, la realidad es que tienes que hacer producciones más comerciales que se vendan bien", asegura. "Me gusta mucho la artesanía ya que es muy creativa, pero también hay que encontrar el mercado y el cliente" explica, por eso para él lo idóneo de este negocio es "combinar una cosa con la otra, demostrar tu maestría pero también tener una capacidad de producción", dice.

Melchor trabaja con diferentes tipo de pieles que fue descubriendo poco a poco a medida que se ha ido adentrando en este oficio. "Entiendo de pieles porque he toqueteado de todo", comenta. Para conocer más sobre cuero "vas preguntando y hablas con la gente, lees, ves tutoriales y te equivocas" dice, "pero aprendes a fuerza de golpes y de lo mucho que te puedan ir enseñado los profesionales", asegura.

"Los clientes piden artículos personalizados con grabados que representen algo importante y que se mantenga en el tiempo"

Le gusta utilizar pieles que sean lo más natural posibles, sin tratar, ya que este tipo de cuero envejece y "la gente lo valora porque es el carácter que uno le da" comenta. "Los clientes piden artículos personalizados con grabados que representen algo importante, y supongo que lo que quieren es algo que se mantenga en el tiempo y que sea algo especial que guardes y que te represente, algo así como un tatuaje", comenta José Ramón.

Para crear sus trabajos, José Ramón comenta que se nutre de la tradición norteamericana de talabartería y guarnicionería. "Con el coleccionismo me fijé que la mayoría de las cosas venían de Estados Unidos, por eso me inspiro en ellos ya que son los más representativos", dice. Además el artesano asegura que es difícil encontrar información sobre esta actividad, por lo que terminó recurriendo a publicaciones estadounidenses.

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