El ministro de Fomento, José Blanco, será el encargado de inaugurar este sábado dos nuevos tramos de la autovía del Cantábrico (A-8) a su paso por la comarca chairega. Así, este fin de semana estarán abiertos al tráfico los trayectos entre Abadín y Castromaior -ambas localidades en el citado municipio chairego- y entre Castromaior y Touzas -entre Abadín y Vilalba-.
El acto tendrá lugar en el enlace de la Transcantábrica en el casco urbano de Abadín y está previsto para las 10.45 horas. A él están invitados los alcaldes de los concellos afectados por esta obra y diversas autoridades provinciales y autonómicas.
Con la apertura al tráfico de estos dos nuevos tramos, entrarán en servicio 9,6 kilómetros de la autovía del Cantábrico, que se unen a los de otros cinco tramos que ya están abiertos en la provincia, tres en A Chaira, entre Baamonde y Vilalba, y dos en A Mariña, de Ribadeo a Barreiros. La A-8 alcanza en la provincia una longitud de 85,7 kilómetros, con un desembolso total de 461,92 millones de euros.
El tramo entre Abadín y Castromaior tiene una longitud de 3,9 kilómetros y requirió una inversión de 14,41 millones de euros. El que llega a la localidad vilalbesa de Touzas cuenta con 5,7 kilómetros y su inversión fue de casi 24 millones de euros.
Inversiones
Los presupuestos generales del Estado del próximo año incluyen una partida de 41,34 millones de euros para la autovía del Cantábrico a su paso por la provincia lucense, de los que 12,93 serán para dos tramos que están todavía en obras, que transcurren en su totalidad por la comarca de Terra Chá.
El tramo chairego que contará con una mayor inversión será el de Touzas-Vilalba, que servirá para enlazar el trayecto que se abrirá el sábado con el que ya está operativo desde hace unos años y que enlaza con la A-6 en Baamonde. El presupuesto asignado es de 7,1 millones de euros.
El tramo entre Carreira y Abadín contará con una inversión de 5,83 millones de euros. A esto hay que sumar los tres millones asignados para el trecho entre Lindín (Mondoñedo) y Carreira (Abadín), donde fue necesario efectuar nuevos estudios de carácter geotécnico que retrasarán su apertura, al igual que entre Mondoñedo y Lindín. En este último también se invertirán tres millones de euros.
La mayor inversión que se realizará en la provincia en la A-8 será en el tramo entre Lourenzá y Mondoñedo, que recibirá 10,5 millones de euros. El presupuesto para ejecutar las obras entre Vilamar y Lourenzá será de 9,57 millones, y el destinado al tramo Barreiros-Vilamar, de 2,32 millones.
