El sorteo de la Lotería Nacional de este sábado dejó una lluvia de 1,2 millones de euros que ha salpicado a una buena parte de la comarca de A Ulloa, al resultar agraciado con el segundo premio el número 6.614, dotado con 120.000 euros a la serie y que fue consignado en su totalidad por la administración número 1 de Palas.
"Soamente devolvimos uns poucos décimos que non vendimos", afirma José Antonio García Orozco, propietario de la administración Sidorio, que fue la encargada de repartir la fortuna. Este establecimiento está abonado durante todo el año a las diez series de este número, por lo que conoce bien a dónde fueron a parar una parte de los décimos, como los que se despacharon en el bar Agocho, de Chantada; el Caryma, de Antas de Ulla, o la Raxería Ramos, en Melide. "Pero tamén vendimos billetes en ventanilla, polo que haberá algún peregrino ou veciño que aínda non saberán que levan 12.000 euros no peto", indica García Orozco.
Una de las afortunadas dice que eligió el décimo porque acaba en el mismo número del día en que nacieron su hija y su pareja
La propietaria del bar Caryma, Jone Sánchez Cordeiro, confirma que para el sorteo de este sábado despachó tres décimos a un mismo vecino de Monterroso, mientras que otro se lo quedó ella, por lo que su alegría era "inmensa".
"Llevamos abonados a este número desde hace un año. Cuando me lo ofrecieron, lo elegí porque acababa en 14, que es el día en que cumplen años tanto mi hija de dos años como mi pareja", explica. A lo largo de este tiempo, el 6.614 ya les había dado algunas alegrías, con pequeños premios de 6 o 24 euros e, "incluso una vez, nos tocaron 120, aunque nunca nos había tocado un premio tan grande como este".
Con esos 12.000 euros, a los que habrá que restar el 20% que se quedará Hacienda, Jone ya planea unas minivacaciones con su familia y "hacer pequeños arreglos que tenemos pendientes en el piso", dice ilusionada.
A otro vecino de Palas, la noticia de que su décimo había resultado premiado le sorprendió cuando estaba disfrutando de las fiestas patronales de la parroquia de Merlán, en compañía de sus familiares y del alcalde, Pablo Taboada, entre otras personas.
Otros vecinos de la comarca vieron, por el contrario, como la fortuna les esquivaba, ya que solo están abonados a este número para sorteos extraordinarios, como el de Navidad, pero no lo compran el resto del año. En cualquier caso, la alegría ayer en A Ulloa era generalizada.
