Los futbolistas del Lugo que jugaron el pasado domingo ante el Alcalá disfrutaron ayer de una sesión de entrenamiento. El resto se ejercitó en un entrenamiento normal en el que también participaron varios juveniles, dado que éstos jugaron el sábado. Las únicas ausencias en la sesión fueron las de Iván, que trabajó aparte y ya empezó a tocar balón; Fran, que sigue fuera del grupo; y Zarandona, aún con permiso.
Quique Setién, técnico rojiblanco, presentó el pasado domingo ante el Alcalá cinco novedades con respecto al once que dispuso el domingo anterior ante el Marino de Luanco. Además de Escalona, reaparecían Belfortti y Javi Rey, que salían de sendas lesiones; Berodia, que volvía a la titularidad después de tres meses, y Luismi, después de dos jornadas como suplente.
Por contra se quedaron en el banquillo, además del meta Diego Rivás, que había jugado todos los minutos de la Liga hasta el momento, Diego Garrido, Rubén García, Monti e Isma -los tres últimos entraron en la segunda parte-. «Todos son importantes; no hay titulares ni suplentes», dijo al respecto Setién, cuya pretensión es tener al equipo en tensión para la recta final.
Sorpresa relativa
La semana pasada fue especial para Escalona, porque fue una sorpresa el verle el domingo en la alineación, aunque para él no tanto. «El míster, durante la semana, me lo comentó. Además, Diego estaba un poco tocado en el abductor y en el psoas y fue también por esa circunstancia por lo que me tocó jugar», comentó el meta. No obstante, Diego Rivas no dejó de entrenarse ningún día, por lo que si fuera necesario estaba para jugar, ya que incluso entrenó ayer con toda normalidad.
