Italia alerta del riesgo de contaminanción después del naufragio

El ministro de Medioambiente italiano, Corrado Clini, advirtió hoy del peligro de contaminación que incumbe sobre todo el área donde el pasado viernes encalló el crucero Costa Concordia, con 2.400 toneladas de carburante a bordo.

Clini, en declaraciones a los medios italianos, observó que, aunque no hay peligro de vertidos, "habrá que tener en cuenta las corrientes", pues "podría afectar a todo el archipiélago".

El crucero encalló a 150 metros de la costa de Il Giglio, en el centro de Italia, una isla que forma parte de un parque natural considerado uno de los más importantes ecosistemas del Mediterráneo.

Además del carburante, cuyas tareas de extracción aun no han empezado, otro de los problemas que se presentará en el futuro será qué hacer con la nave siniestrada, que yace inclinada frente a las costas de esta localidad turística.

Para llevar a cabo esta tareas se han trasladado hasta la isla un grupo de expertos holandeses, de la sociedad Smith, que examinan "cómo extraer de forma segura el carburante" y evitar así una ulterior catástrofe, esta vez de carácter ambiental.

Clini denunció que "edificios flotantes" como los cruceros puedan navegar como si fueran barcos normales, en una entrevista publicada hoy en el diario "La Stampa", y añadió que "existen reglamentos que se violan demasiado a menudo".

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