Martínez Lede: ''El sector lácteo debe asumir la globalización y diferenciarse en la calidad''

La idea de "no es un atrevimiento para una cooperativa pequeña plantear la innovación como estrategia" fue la que quiso transmitir este miércoles en una charla en Muimenta Ismael Martínez Lede, responsable del proyecto de I+D+i de Feiraco, que ahora se encuentra inmerso en la promoción de la leche Unicla, un producto de gama alta cardiosaludable, gracias al alimento regulado de semilla de lino que los bovinos metabolizan a través de su dieta.

PREGUNTA: ¿En qué consiste este proyecto de desarrollo?
RESPOSTA: Se trata de utilizar semilla de lino para alimentar vacas, ya que es un ingrediente que modifica el perfil de las grasas de la leche y reduce su concentración. En una leche normal, el nivel de grasa se sitúa en torno al 4%, mientras que incluyendo el lino en la alimentación y tratando otros parámetros apenas sobrepasa el 3%. Aún así, la parte más importante es que se modifica el perfil de grasas. Es decir, se reducen las saturadas y se aumentan las insaturadas, que son las más saludables: el Omega 3, el ácido oleico y el selenio.

P: ¿En qué medida puede interesar esta iniciativa a los ganaderos?
R: Les planteamos el cultivo del lino como alternativa para los que dejan la actividad ganadera intensiva. Los que siguen en ella no podrían porque, en general, no dispondrían de terreno suficiente al tenerlo ocupado en otros cultivos. El lino, al igual que el maíz y el trigo, requiere trabajos mecanizados por lo que no es físicamente exigente su cultivo.

P: ¿Qué ventajas tiene la producción de lino?
R: La primera, es que de momento no hay límites a la hora de producir, mientras que para el maíz o el trigo la comercialización está limitada. En cuanto al rendimiento económico, es mejor que el del maíz y más o menos igual que el del trigo. Además, el maíz requiere una maquinaria pesada y especializada que no hay en todas las explotaciones, mientras que con un tractor, una fresadora y poco más llega para el trigo y el lino, que ofrecen muchas posibilidades de autoempleo.

P: ¿Cómo ve el sector lácteo actualmente?
R: Tenemos que asumir que la globalización e internacionalización de todo —flujo de capitales, mano de obra, acceso a las tecnologías...— es algo bueno y que tiene la vertiente de da la oportunidad de acceder a mercados de todo el mundo, del mismo modo que otros colocan sus productos en los nuestros. Pero también hay un frente de lucha, que es exigir que esos productos tengan la misma calidad que los nuestros, porque no es normal que nos exijan trazabilidad, instalaciones modernas, controles sanitarios...y que entre otro que no sabemos en qué condiciones se hizo.

P: ¿Por dónde pasa el futuro de las explotaciones lácteas?
R: Pasa por optimizar la fase de producción y los costes, saber por dónde se nos van los euros. Hay que concebir la explotación como una verdadera actividad empresarial. Además, hay que tener cintura, ser ágil y diferenciarse en calidad, no en la calidad estándar porque hoy en día todo el mundo la tiene, sino buscar argumentos diferenciadores que sean objetivos, demostrables y medibles. Las industrias tienen que lograr eso a través de productos saludables, aprovechando una calidad saludable desconocida hasta el momento. El sector primero no participó de esta estrategia porque la materia prima puede venir de otras partes del mundo, pero hay que tratar que sean los ganaderos y agricultores de aquí los que construyan esa calidad.

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