"Estamos citándolo para tocarle la moral"

Investigado el gerente de Alcor por manejar secretos médicos del personal

En la causa también está implicado uno de los responsables en Lugo de Ibermutuamur ► Somoza recibía información privada muy detallada sobre las dolencias de sus empleados
Carlos Somoza, al salir del juzgado de Monforte, entre varios manifestantes
photo_camera Carlos Somoza, al salir del juzgado de Monforte, entre varios manifestantes

Carlos Somoza, el gerente de la empresa de seguridad monfortina Alcor, y Ramón Mateos, uno de los responsables en Lugo de la aseguradora Ibermutuamur, supuestamente se intercambiaban información confidencial sobre el estado de la salud de los trabajadores de Alcor, así como detalles relacionados con bajas médicas e, incluso, solicitudes de incapacidad. El juzgado de Instrucción número 2 de Monforte tiene abierta una causa contra ellos dos por revelación de secretos y Ramón Mateos declarará mañana en las dependencias monfortinas en calidad de investigado. 

El caso relacionado con la revelación de secretos médicos surgió a raíz de las decenas de escuchas telefónicas realizadas a Alcor en el marco de una investigación más amplia de la Unidad Central de Seguridad Privada (UCSP) de la Policía, un cuerpo que se encarga de los fraudes en el sector. En esa operación mayor, se le imputan al gerente de Alcor varios delitos contra los trabajadores, la Seguridad Social y la Hacienda Pública, blanqueo de capitales, estafa o falsedad documental. En cuanto al de revelación de secretos, en el que se incluye a Ramón Mateos. aparecía enumerado en la documentación del caso general pero hasta ahora no había trascendido la trama con la mutua. 

En las conversaciones, se recoge expresamente cómo Somoza pedía seguimientos exhaustivos de determinados empleados con dolencias físicas o psíquicas

El intercambio de información con la aseguradora es de tal envergadura que el juzgado dictó una pieza separada. En un principio, la pieza trató de derivarse al juzgado de Instrucción número 1 de Lugo, pero finalmente se mantuvo en el número 2 de la ciudad del Cabe por guardar relación con la causa principal. 

LAS ESCUCHAS. De las conversaciones telefónicas mantenidas por Ramón Mateos y Carlos Somoza sobre los trabajadores de Alcor, entre la primavera y el verano de 2015, los investigadores interpretan, según las fuentes consultadas, que Mateos informaba a Somoza de todos los detalles de los trabajadores de Alcor que estaban de baja médica, de sus afecciones, así como de la evolución de sus recuperaciones. 

En las conversaciones, se recoge expresamente cómo Somoza pedía seguimientos exhaustivos de determinados empleados con dolencias físicas o psíquicas y a los que, en algunos casos, acusaba de estar fingiendo su enfermedad y se refería a ellos con expresiones del tipo: "Ese tiene más cuento que calleja". 

Ramón Mateos presuntamente, ponía en marcha prácticas para desestabilizar a los empleados de baja

También se desprende que Ramón Mateos contaba con el apoyo de más de un médico para entrar en ficheros con información de los empleados del Alcor a los que él (al no ser médico) no tenía acceso. Presuntamente, ponía en marcha prácticas para desestabilizar a los empleados de baja. 

El ORIGEN. El inicio de la investigación a Alcor está en una denuncia presentada en septiembre del 2014 por el sindicato FTSP-Uso ante la Unidad Central de Seguridad Privada (UCSP) de la Policía. El documento se amparaba en la declaración de un trabajador que alertaba de prácticas supuestamente irregulares de la empresa. 

En el mes de octubre arrancaba una exhaustiva investigación policial con seguimientos, recopilación de documentación y escuchas telefónicas. Un año después, en octubre de 2015, eran detenidos el gerente de Alcor, Carlos Somoza, y otros dos cargos intermedios de la empresa, además de realizarse registros en las sedes de la firma y el domicilio de Somoza. El monfortino quedaba en libertad a las 72 horas y salía del juzgado de la ciudad del Cabe acompañado de su abogado, Javier Gómez de Liaño. 

El pasado mes de abril tenía lugar otro capítulo relacionado con el caso. Somoza regresaba a las dependencias judiciales para abrir una caja fuerte de su propiedad y trascendían los delitos que se le imputan.

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