Intoxicado un fraile en un incendio en el convento sarriano de La Merced

Ventanas abiertas para ventilar las dependencias afectadas. (Foto: Porto)
photo_camera Ventanas abiertas para ventilar las dependencias afectadas. (Foto: Porto)

Un fraile del convento de La Merced de Sarria resultó intoxicado en la noche del domingo por la inhalación de humo en un incendio ocurrido en su habitación, que provocó destrozos en una estufa y dañó el suelo de madera. El afectado fue el padre Luis Jaime Solla, de 73 años, exprofesor e investigador y toda una institución en el convento mercedario sarriano. Tras pasar la noche hospitalizado en el Lucus Augusti de Lugo, él mismo señaló ayer que estaba «bien» y que solo sufrió una leve intoxicación.

El incendio se originó en una pequeña estufa eléctrica que utilizaba el religioso para calentar la habitación. En las proximidades del calefactor había ropa, en la que prendió el fuego ocasionando una gran humareda.

En la habitación se encontraba el monje, pero se quedó dormido sin apagar la estufa y no se percató del incendio. Fue otro religioso el que dio la voz de alarma sobre las once y diez de la noche al ver humo, que se extendió por toda la segunda planta, donde se encuentra la habitación afectada, según explicó un miembro de la comunidad mercedaria de Sarria.

Este monje cogió un extintor y echó su contenido sobre la estufa. «No hubo llama, pero había muchísimo humo en todo el segundo piso. Fue un susto sin mayores consecuencias», indicó.

Los religiosos alertaron al servicio de emergencias 112, que movilizó a los bomberos y a una patrulla de la Policía Local de Sarria. Según informaron los bomberos, el convento se encontraba «inundado de fume».

A su llegada, los monjes les informaron de que había una persona en una habitación. Al acceder al interior se encontraron a un monje «aturdido», aunque consciente, en el suelo del pasillo que da acceso a la habitación. El 061 desplazó un médico y una ambulancia, que se encargaron de atender a la víctima.

El religioso ya se encuentra descansando en el convento tras pasar la noche en observación en el hospital Lucus Augusti.

Extintor

Tras sacar al exterior al religioso, los bomberos del parque comarcal registraron el resto del convento por si hubiera más víctimas, aunque no encontraron a nadie. Según señalaron, los propios frailes intentaron sofocar el incendio con un extintor.

Los bomberos extinguieron completamente el fuego y refrigeraron la zona contigua a la estufa. Además, ventilaron el edificio. Tardaron poco más de una hora en finalizar la intervención y volvieron al parque sobre las doce y veinte de la noche.

El fuego destrozó la estufa y afectó al suelo de madera de la habitación, que los bomberos tuvieron que levantar en parte para enfriar la zona. El intenso humo provocado por la estufa no causó daños en el convento.

Las personas ajenas a la comunidad mercedaria tienen prohibido el acceso a las habitaciones por tratarse de dependencias privadas, por lo que no se tomaron imágenes de los daños del incendio. En el momento de originarse se encontraban en el convento cinco de los siete religiosos que viven actualmente en él.

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