Interior prevé mejoras también en la valla de Melilla

El Ministerio del Interior prevé una serie mejoras en la valla de Melilla para hacer frente a la presión migratoria que vive la ciudad autónoma, muy similar a la registrada en el 2005 con las avalanchas, pero ha descartado la presencia del Ejército para reforzar el trabajo de la Guardia Civil.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha anunciado hoy durante su viaje a la ciudad, que daba continuidad al que ayer realizó a Ceuta, la instalación de una malla "antitrepa" que, como su nombre indica, impide subir porque no se pueden introducir en ella los dedos para escalar.

Se instalará en una longitud total de quince kilómetros -el perímetro tiene unos once-, tanto en la valla interna como en la externa, de ahí que se alcance una extensión de 15.000 metros, aproximadamente. Además, se van a disponer tres nuevos postes, donde se instalarán tres cámaras térmicas, y se van a retirar los flejes, unos elementos flexibles que coronan el vallado, instalados con la sirga tridimensional y que, en vez de dificultar el salto, lo facilitan.

Estos nuevos medios convivirán con la polémica concertina, que desde que se ha instalado en los puntos del perímetro de Melilla en los que había sido retirada, unos 2,5 kilómetros, han demostrado el efecto disuasorio que defiende el Gobierno. Y es que, hasta su reposición, los puntos en los que no estaba instalada concentraban el 79 por ciento de los intentos de entrada, mientras que, desde verano, en estas zonas donde se ha recolocado, que nunca han sido reveladas, no se ha producido ninguno. No obstante, preguntado por la posibilidad de reforzar la vigilancia con la presencia del Ejército, como ocurrió en el año 2005 en la conocida como "crisis de la valla", el ministro ha apuntado que "no es voluntad del Gobierno" tomar dicha medida, que sí adoptó el Ejecutivo socialista.

Son los principales anuncios -que conllevarán una inversión de 1,5 millones- que ha realizado el ministro en Melilla, más allá de las declaraciones políticas, sobre todo a raíz de la tragedia ocurrida en la frontera de Ceuta y de la que hoy se cumple un mes.

Fernández Díaz ha reiterado el "dolor" que supuso la muerte de quince inmigrantes, pero ha insistido que aquel día la Guardia Civil "no hizo nada mal", a menos que se demuestre lo contrario, cosa que cree que no ha ocurrido. Ha considerado que con las iniciativas que se pondrán en marcha en el perímetro de Melilla, que tardarán unos meses en estar totalmente finalizadas, se va a "controlar mejor" la inmigración, pero ha resaltado la necesidad de llevar a cabo otra serie de acciones más allá de la contención.

En opinión del ministro, sólo con consenso "interior", en España, se puede trasmitir a la Unión Europea (UE) la necesidad de adoptar una política comunitaria ante este problema que afecta a las fronteras de Ceuta y de Melilla, que son también las fronteras de todo el continente.

También ha hecho referencia a la colaboración "codo con codo" con Marruecos, una colaboración que hoy se ha sellado gráficamente en una imagen "histórica", según la ha calificado el ministro, tras posar con el máximo responsable marroquí de los puestos fronterizos. En ese marco, Fernández Díaz ha resaltado la necesidad de impulsar el acuerdo hispano-marroquí de 1992, ratificado 20 años después en el 2012, que permite la readmisión de inmigrantes.

En previsión del artículo 11 del dicho acuerdo, que establece la creación de una comisión mixta presidida por los ministros de Interior de ambos países para tratar las "cuestiones litigiosas" del convenio, el próximo 26 de marzo, en Tánger, se va a producir una reunión de trabajo enfocada a este aspecto.

PROTESTAS
El momento más llamativo del viaje del ministro se ha producido en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde cientos de ellos le han pedido su traslado a la península, al grito de Salida o CETI no. En este centro, absolutamente saturado con casi el triple de acogidos de su capacidad, Fernández Díaz se ha interesado por varias historias de inmigrantes, con una de las cuales ha hablado durante un par de minutos para conocer su situación.

El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha agradecido el apoyo del Gobierno y ha querido dejar claro que no se está en contra de los inmigrantes, sino de la inmigración irregular que dominan las mafias. Prueba de ese dominio, es el último episodio de intento de entrada vivido esta madrugada cuando Marruecos ha interceptado a 17 inmigrantes que, a bordo de un todoterreno kamikaze, han querido cruzar a la desesperada poniendo en riesgo su seguridad y la de policías.

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