Interestelar

POR PRIMERA VEZ en su historia la Estación Espacial Internacional (ISS) recibe a dos mujeres. Elena Serova y Samantha Cristoforetti son las primeras astronautas  europeas en compartir espacio junto a otros cuatro compañeros.

Ninguna de las dos se ha sentido cómoda en las entrevistas y ruedas de prensa cuando los periodistas les preguntaban sobre las condicionantes de ser mujer en el espacio. A Elena, la astronauta rusa, ingeniera y economista, no le ha hecho mucha gracia tener que contestar a las estúpidas preguntas sobre su pelo, su maquillaje, o dejar a su hija durante seis meses. «Es mi trabajo», contestó Elena. A sus colegas masculinos nadie le hizo esas preguntas.

Desde Yuri Gagarin hasta nuestros días son 525 los astronautas que han salido de nuestro planeta. De ellos, 18 han sido mujeres, una cifra que no debería sorprendernos. Si no mandamos mucho en tierra difícilmente podremos hacerlo fuera de ella. Lo curioso es la explicación que ofrece la Nasa a la pregunta de ¿por qué hay mas astronautas hombres que mujeres? Dicen los expertos americanos que esto se debe a que «el umbral de exposición a la radiación espacial es menor en la mujer que en el hombre». Dicho de otra forma: por tener pechos y ovarios la mujer tiene el doble de posibilidades de contraer cáncer en el espacio y es por ello que se limitan las misiones espaciales femeninas.

No seré yo quien discuta a la Nasa, pero tengo la impresión de que deben existir algunos otros motivos. Sin ir más lejos se me ocurre uno muy simple: ¿Habrán visto ustedes a muchas niñas vestidas de astronautas en los carnavales? ¿Acaso no es más habitual y normal verlas de princesitas y enfermeras a ellas y de bomberos, policías, astronautas y supermanes a ellos? ¿Acaso esos estereotipos ya seculares no son una de las razones para explicar la ausencia femenina en el espacio? Como en otras áreas del conocimiento,  disciplinas deportivas o artísticas,  la historia ha alzado muros de ideas preconcebidas como auténticos parapetos que impiden el acceso a la mujer. ¿No son esos estereotipos los que hacen que periodistas, es decir, gente formada en las universidades pregunten a una astronauta cómo deja a una hija y se va al espacio? ¿O cómo hace para maquillarse sin gravedad?

Comentarios