¿Interés cultural?

LO ÚLTIMO que le faltaba al desvencijado cuartel de San Fernando es que, a la vez que escombrera, derive en foco de conflicto partidista, como ya está pasando. Cualquier cosa sirve para obtener rédito político, pero en este caso pudo evitarse si el bipartito, tan mezquino de miras, hubiese autorizado su conversión en auditorio, como con buen criterio pretendía el Concello, en vez de pretendido museo de la romanización, como si no sobrasen en Lugo museos en desuso, cerrados a cal y canto.

Impactaba en la muralla, decían, pero bastante menos que siendo un acopio de cascajo. Pero lo que pretendo resaltar es que los edificios de Lugo catalogados, bien sea como singulares, protegidos o bien de interés cultural, acaben sumando activos que acentúen el feísmo.

¿Vieron el inmueble que en su día fue hospital de García Portela? Alguien tuvo la ocurrencia de catalogarlo, sin que se sepa muy bien por qué, con la etiqueta de protegido. Bien, pues ahora su fachada luce la singularidad con las ventanas tapiadas con ladrillos. Si eso es cultura urbanística…

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