Indignados

Muere Stéphane Hessel. Su manifiesto, folleto o como quiera denominarse, ‘¡Indignaos!’, será un referente para entender los movimientos sociales y políticos de este tiempo de crisis. Es la expresión o el anticipo del cambio que se está produciendo. Y dato a destacar, esta conexión/percepción con la sensibilidad de la sociedad de su tiempo se produce en un hombre nonagenario. La vida de Stéphane Hessel, alemán de nacimiento, exiliado en Francia, capturado por la Gestapo y que estuvo en dos campos de concentración, es también un ejemplo de la trágica historia europea en la primera mitad del siglo XX. Una realidad histórica reciente que no debería ser ajena a la reflexión que se deba realizar sobre los caminos de la Europa actual.

Corrupción y bronca

La bronca parece instalarse en el Parlamento gallego. Ayer en la sesión de control, con la corrupción y la situación judicial en el Ayuntamiento de Santiago, no fue excepción. La acción política opositora se acrecienta sobre la crisis del gobierno local compostelano por lo que supone de símbolo la alcaldía de la capital gallega. Núñez Feijóo reiteró su posición de «perseguir ata o final» a cualquier militante que utilice la política para lucrarse. Debe ser esta una posición compartida por los dirigentes de todos los partidos. Y la primera medida antes que la tentación de hacer defensa de interés de grupo, que es la que con frecuencia llega a la ciudadanía. Sería un buen acuerdo contra la corrupción personal en la política si se pone en práctica ante hechos probados o reconocidos, indicios suficientemente razonados y, por supuesto, ante sentencia judicial. Pero, con ser urgente al respuesta política a la percepción ciudadana de la corrupción, a la necesaria transparencia en la financiación de los partidos, lo que se estaba discutiendo en realidad era cambio de color político en Santiago.

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