Compatibilizar el Risga, esa ayuda para garantizar una mínima integración social, con remuneraciones salariales muy bajas o puntuales es un acierto. Permite a las personas o familias en esa situación buscar recursos económicos sin ver amenazada esa ayuda extraordinaria en situaciones de total necesidad y supone, por tanto, abrir la posibilidad real de que quien percibe una ayuda no se autoexcluya del mercado laboral, de la búsqueda de recursos económicos complementarios. Las ayudas para la integración social o para situaciones de paro prolongado no deberían verse en peligro por el hecho de que el beneficiario busque con transparencia y en el marco laboral legal recursos complementarios, en tanto no encuentra o no se le ofrece la posibilidad de una situación laboral normalizada. Es una vía real de inclusión social. Pudiera ser más amplia y podría haber llegado antes pero sigue siendo válida en la actual realidad del paro. Ataca la economía sumergida, y la trampa a veces como recurso. Incentiva la actividad, la responsabilidad y dignifica a quien busca en su trabajo y en su esfuerzo los recursos necesarios para él y su familia.
«PROCESIÓN HEREXE
La música de ‘A las barricadas’, el himno anarquista, que acompañó una procesión en Louseiro (Sarria), fue una «aventura juvenil», como dice el concejal socialista Manuel López o, como señala el párroco Leopoldo Sanmartín, «o mellor é non darlle importancia». Si pretendía ser una provocación, no lo logró. El vídeo es absolutamente correcto hasta una vez finalizada la procesión, al cierre: sobra la blasfemia dirigida a la cámara. Seguiría siendo una aventura simpática de juventud. Escándalo no hubo ninguno. El ritmo de la música, como afirma el concejal, encajaba en una marcha procesional. Otros ritmos, que no deberían haber sonado, habrán marcado muchas procesiones.
