La presentación del Plan Impulsa Lugo contó con un respaldo significativo desde el Gobierno gallego, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo,y dos conselleiros, el de Industria, Javier Guerra, y el de Presidencia, Alfonso Rueda. Impulsa Lugo tiene el atractivo y la importancia de haber nacido desde la sociedad civil, una asociación que preside el empresario Jesús Pernas, que sin ruido llegó a este acto de ayer: presentación del diagnóstico de la provincia de Lugo, con propuestas concretas de actuación en sectores arraigados y emergentes, que elaboró la consultora Deloitte, y compromiso de la Xunta, por boca de su presidente, de financiar a las empresas en Luygo para generar empleo. Un dato optimista, situar a Lugo como provincia competitiva en el año 2018. El futuro de la provincia necesita que esta apuesta sea realidad. Para ello, además de la iniciativa empresarial es preciso que todas las administraciones apoyen una iniciativa como ésta que arranca de la sociedad civil. Núñez Feijóo destacó que el acto era «unha proba de que a maridaxe entre a vontade social e o compromiso político existe na nosa terra».
EL BALANCE DE ANXO LORENZO
El enfoque de la política lingüística con programas específicos para los niños de 0 a 3 años y de 3 a 18, que ayer defendió en el Parlamento el secretario de Política Lingüística es acertado. El objetivo de trabajar por la presencia viva del idioma pasa por la infancia y la juventud, lo que exige dignificación para que continúe siendo lengua materna de los nacidos en Galicia. El gallego necesita «axóuxeres», juguetes para estar en los futuros hablantes que es la única vía de garantizar el futuro del idioma. La gruesa artillería de la oposición frente a Anxo Lorenzo se explica como rescoldo de la estrategia de situar el idioma gallego como un eje fundamental de la acción opositora.La confrontación no es camino. Es necesaria la paz y el pacto lingüístico.
