Ignacio morales es uno de los nuevos residentes de la Ribeira Sacra que dejaron una gran ciudad, en este caso Madrid, para vivir en una comarca que consideran un paraíso y que les llena en todos los sentidos. Nacho, tal como le llaman todos sus conocidos, nació en 1969 en la capital de España. En su carrera, realizó numerosos trabajos centrados en especial en la hostelería. Tocó todos los palos de la baraja y tras pensar un tiempo en su futuro recaló en la Ribeira Sacra con Javier Martín, su pareja, después de pasar ambos unas vacaciones en Galicia. A partir de ahí descubrieron el potencial de la comarca, con el que esperan vivir aquí para siempre. Encontraron trabajo en el sector del turismo rural, decidieron quedarse e introducirse de lleno en ese mundo hasta el punto de que Nacho ofreció recientemente una clase sobre cómo preparar una mesa para las fiestas navideñas. Eso fue lo que hizo en un taller organizado por el Ayuntamiento soberino dentro del programa Faladoiros dos Luns, en los que durante esta época se habla sobre todo de los preparativos para las próximas fiestas navideñas.
¿Cómo llegaron a asentarse en la Ribeira Sacra?
Conocíamos Galicia, la costa, pero en 2011 vinimos a recorrer la Ribeira Sacra y llegamos a Anllo, donde conocimos a los propietarios de la casa de turismo rural, abierta desde 2003. Estaban algo cansados de llevarla y nos hicimos cargo de ella. Nos decidimos porque mi pareja tiene experiencia en el sector, ya que su familia siempre alquilaba su casa de Riaza (Segovia). Nos pusimos al día en la red y comenzamos a ofrecer un servicio que podría asemejarse al de un hotel.
