Iberdrola ralentiza el vaciado del Sil para evitar problemas en Ourense

La empresa Iberdrola ha conseguido en siete días bajar seis metros el nivel del río Sil. El vaciado del embalse de Santo Estevo, iniciado el pasado lunes con el objetivo de ampliar la central hidroeléctrica, se nota sobremanera en la cola del embalse, en Augasmestas (Quiroga), lugar hasta el que muchos vecinos de la zona sur de la provincia han acudido este fin de semana para ver algo que no ocurría ni en la peor época de sequía.

Iberdrola seguirá soltando agua hasta el próximo 20 de mayo, fecha en la que prevé haber bajado la cota del río Sil 30 metros, esto es, de los 36 que tenía de profundidad hasta hace poco a los seis con los que quedará hasta octubre, mes en el que la compañía eléctrica vasca prevé tener terminada la colocación de una nueva turbina que generará 175 megavatios, potencia que se sumará a los 256 que hasta ahora generaba la central.

Quejas en Ourense
Todo marcha según lo previsto por Iberdrola a pesar de haber tenido que regular el ritmo de vaciado del embalse debido a las quejas llegadas desde Ourense.

De los 300.000 litros por segundo que comenzó a aliviar el lunes ha tenido que pasar a 200.000 para que el río Miño, que en Os Peares recibe el aporte hídrico del Sil, no se desborde a su paso por la ciudad de As Burgas.

Desde el Ayuntamiento ourensano dieron la voz de alarma ante la importante subida apreciada, de unos dos metros de altura, en el cauce al paso por la ciudad, algo que, de seguir ocurriendo, podría llegar a afectar a la pozas termales públicas de Muíños das Veigas y A Chavasqueira, además de poder implicar la construcción de una pasarela sobe el río en Oira.

En concreto, en Ourense, el Miño lleva un caudal de 700 metros cúbicos por segundo cuando en fechas similares de años anteriores se situaba, como mucho, en los 350.

Controles
Desde la Confederación Hidrográfica Miño-Sil han asegurado que harán un seguimiento constante del vaciado del embalse para que esté por encima del caudal ecológico. Asimismo, Iberdrola ha contratado una asistencia técnica para que vigile en diez puntos del cauce la calidad de las aguas y asegurar que no se produzca mortandad de peces.

El organismo de aguas también manifestó que la hidroeléctrica ha optado por un sistema de vaciado que impide el arrastre de la materia orgánica que con el paso de los años se acumuló en el fondo del embalse.

Esta situación contrasta con la denuncia realizada por algunos pescadores que acuden a la cola del embalse de Santo Estevo, que se quejaron de que los responsables de las presas río arriba aprovecharon el vaciado para soltar agua de sus centrales y así deshacerse de todo el material de arrastre que tenían acumulado desde el invierno en sus embalses y que, de otra forma, tendrían que retirar con medios mecánicos y su consiguiente coste económico.

Repercusiones
La importante bajada del caudal del Sil ha propiciado que los dos catamaranes que le Diputación de Lugo mantenía en funcionamiento con base en el embarcadero de Doade hayan tenido que ser retirados y trasladados al Miño.

Sin embargo, la empresa que gestionaba unos servicios turísticos similares desde la orilla ourensana podrá mantener los viajes llevando a cabo sólo pequeñas modificaciones, en concreto acortar el recorrido y habilitar una nueva zona de embarque.

De hecho, desde Iberdrola se indicó que un total de 23 kilómetros de cauce desde la presa, de los que 11 se corresponderían a la zona de los famosos cañones, no se verán afectados significativamente por el vaciado y una situación que se prolongará hasta el mes de octubre.

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