Iago Eireos: ''Dedicarse al arte está convirtiéndose casi en una utopía''

Iago Eireos, con su cuadro galardonado en Begonte.
photo_camera Iago Eireos, con su cuadro galardonado en Begonte.

Iago Eireos, que ve en el arte «una herramienta poderosa con la que se puede agitar conciencias», defiende concursos como el de Begonte, «una oportunidad para artistas emergentes», que sin ellos, las becas y otras ayudas no podrían afrontar nuevos proyectos.


el pintor lucense Iago Eireos acaba de recibir el premio del XXII Certame Galego de Arte, que convoca el centro cultural José Domínguez Guizán en Begonte. No fue la primera vez, pero lo recibió «con la misma ilusión».

¿Qué supone este galardón?

Recibir un premio siempre provoca una gran satisfacción por el reconocimiento de un trabajo, y si proviene de una institución que fomenta el arte y la cultura como lo hace el centro cultural José Domínguez Guizán, supone el privilegio de compartir valores como el esfuerzo, la constancia o la solidaridad. Es un certamen digno de admiración, una convocatoria que obtiene repercusión en toda Galicia y que año tras año alcanza un gran número de participantes e interés hacia el acervo cultural.

Concursos como este, ¿abren muchas puertas a los artistas?

Dedicarse profesionalmente a la producción artística y sobrevivir en el intento resulta realmente complejo, convirtiéndose casi en una utopía. Los certámenes, becas y ayudas a la producción, son para los artistas emergentes una oportunidad para mostrar su obra, darse a conocer y una importante fuente de ingresos que permite experimentar y continuar con los proyectos personales.

Ganó con su obra, ‘Dos hermanas’. ¿Qué destacaría de su trabajo?

‘Dos Hermanas’ es una obra mixta sobre tabla, procura aunar la tradición y la contemporaneidad desde la técnica y la temática y parte de un fondo de azulejos cuadriculados sobre los cuales se perfila una imagen de la Virgen en composición ajedrezada. En cada tesela se combina una figura que en su conjunto muestra una misma imagen.

La fotografía ocupa un lugar básico en su obra y en ella se basan muchos de sus cuadros. ¿La pintura puede captar más que una lente?

Son dos herramientas visuales que permiten expresarse de manera muy diferente pero compartiendo el mismo código. Cada cual me aporta aquello que necesito para mi obra. Trabajo con técnicas analógicas, con emulsiones y procesos químicos que son muy versátiles a la hora de combinarlas con soportes y técnicas pictóricas. La fusión de ambas me permite escoger de ellas lo que más me interesa y crear un sello personal.

En la fotografía realizó grandes trabajos y tiene en marcha un proyecto experimental, ‘On the Road’. ¿Qué busca transmitir?

Se trata de un proyecto que versa sobre el paisaje de carretera y que nace desde el concepto de ‘Road Movie’, cuyo argumento se desarrollará a lo largo de un viaje a bordo de la Pinhole Van, una furgoneta industrial transformada en una cámara estenopeica gigante. Es un proyecto experimental que repasa de forma innovadora los orígenes de la fotografía desde varios puntos de vista, partiendo de la propia esencia original de la cámara oscura a la búsqueda de un viaje iniciático, costumbre de todas las generaciones de fotógrafos desde que nació la fotografía.

¿En qué punto está?

Está en proceso de preparación y en busca de financiación para su desarrollo. Por el momento, cuenta con la colaboración de varias entidades públicas y privadas, como el instituto lucense As Mercedes, donde los alumnos de automoción se encargaron de la transformación del vehículo, o la imprenta digital CopyLugo, que desarrolló el diseño y rotulación.

No es el primer proyecto rompedor. Con ‘BlackBox300’ movió a la gente a hacer imágenes (dejaba cámaras por Lugo y Valencia para que los transeúntes las encontrasen). ¿Cómo fue esta experiencia? ¿La colaboración fue positiva o desaparecieron algunas cámaras?

Fue una experiencia muy gratificante, con resultados sorprendentes. La intención era abandonar a su suerte 300 latas herméticas que contenían en su interior una serie de instrucciones explicativas del proyecto y que invitaban a participar a quien lo encontrara. Había una cámara fotográfica desechable, un lápiz para completar un cuestionario y un sobre franqueado para remitir el carrete expuesto. Los resultados fueron increíbles, llegando a recuperar el 80% de los carretes. El concepto de ‘BlackBox’ o caja negra, entendido como dispositivo de navegación que registra la actividad, fue un éxito por el hecho de que cada participante lo interpretó como una manera de explorar su cotidianidad personal.

Lo cotidiano es su temática más recurrente y los retratos el principal reflejo. ¿El arte debe contener siempre mensaje?

El arte es una herramienta poderosa con la que se puede agitar conciencias. Una obra de arte es un objeto único y sensible que debe contener un discurso que motive ese trabajo, ya que de lo contrario carecería de sentido.

¿Iago Eireos busca una protesta social o solo reflejar el mundo?

Mi obra es la respuesta natural a la hora de expresar mis inquietudes, y al final se traduce a la representación de todo lo que me interesa, ya sea el reflejo de mi vida cotidiana o la manifestación de una preocupación personal sobre todo aquello que me motiva una reacción.

¿Cómo definiría su obra?

Mi obra conjuga diversos lenguajes plásticos, experimento con la figuración y el detalle del medio fotográfico en comunión con la plasticidad de la pintura, para llegar a una fusión entre el haluro de plata y el pigmento. La intención es que la imagen latente se yuxtaponga sobre el soporte plástico, generando a primera vista una abstracción que contiene múltiples realidades.

Realizó decenas de exposiciones individuales y participó en otras tantas colectivas. Expuso en toda España y en el extranjero. ¿Qué momento vive el arte en Galicia?

Galicia es un fuerte exponente en el ámbito artístico nacional con tradición y contemporaneidad, cuenta con un importante número de artistas emergentes y consagrados que nos representan internacionalmente, pero en épocas de crisis el arte es uno de los sectores más vulnerables y obligatoriamente las opciones que tienen los creadores es procurar buscarse las castañas por otros lares.

¿Es más difícil sobrevivir aquí o la situación es similar fuera?

La situación es complicada a nivel general. Los jóvenes artistas se ven obligados en algún momento a cruzar fronteras, cosa que es muy recomendable para conocer otros contextos además de obtener experiencia y ensanchar horizontes. Lo realmente difícil es encontrar los recursos suficientes para poder producir obra, formarse y viajar al tiempo que se mantiene una actividad expositiva.

En la era de internet y las discusiones sobre derechos de autor. En la pintura y la fotografía, ¿la red abre puertas o genera problemas?

Tiene sus pros y sus contras, pero yo le veo muchas más ventajas que prejuicios. Es un portal que abre muchas oportunidades, contactos y proporciona gran difusión a la obra artística de un autor, aunque siempre se deben mantener ciertas cautelas y procurar publicar únicamente obra catalogada o registrada.

¿Qué opina de las nuevas vanguardias? ¿Es de los críticos que considera que «hoy ya todo vale» o cree que hay que innovar siempre?

El que opina que «hoy todo vale» o el que dice «todo está inventado» es que no conoce bien el arte y su historia. Cada día aparecen nuevas tecnologías y recursos que aportan infinidad de posibilidades, la innovación es el germen de todas las ciencias, otra cosa es que exista mucha reticencia en nuestra sociedad sobre el arte contemporáneo.

Está cursando el ciclo superior de artes plásticas y diseño de grabado y técnicas de estampación. Es licenciado en Bellas Artes y técnico superior en Fotografía Artística. ¿La formación debe ser continua?

Considero que la formación nunca debe concluir. En el momento en el que se pierde la curiosidad por aprender, se corre el peligro de estancarse y repetir sin llegar a experimentar. La creación artística es un continuo devanar que debe ser alimentado con estímulos, tanto académicos como influencias de otras corrientes o vertientes.

Vivió en Rumanía con una beca Erasmus, donde se interesó por la pintura mural, que cada vez gana más espacio en algunos concellos gallegos. ¿Es un mayor interés por el arte o un mayor reconocimiento del artista?

La pintura mural en la actualidad y en nuestra sociedad vive en las calles y se concibe bajo el nombre de arte urbano. Es interesante como no hace mucho este tipo de manifestaciones eran atajadas por las autoridades y por lo general eran mal vistas por la población y ahora se invita a los artistas a que intervengan en espacios públicos y los museos de arte contemporáneo de todo el mundo prestan especial atención a los creadores urbanos. Es una reacción de aceptación lógica a una manifestación oprimida que representa la esencia de la pintura primitiva.

¿Tiene algún proyecto en mente? ¿Un nuevo trabajo?

Lo más inmediato, una exposición colectiva en Tui, ‘En Terra de Ninguén’, que está programada para febrero. Ese mismo mes participaré como artista invitado al proyecto ‘Quien Da Vuelta A la Tortilla’, promovido por la Red Provincial de Museos de Lugo, el de Bellas Artes de Murcia, Granada y León y organizado por Medusa Mediación. En marzo estaré en ‘Enfocat el Gòtic’ en las calles del Barrio Gótico de Barcelona y en mayo en una exposición individual en Madrid, en La Casa de Galicia con el título ‘Umbra Bruna’, en alusión a ‘Negra Sombra’ de Rosalía de Castro.

EN CORTO
«Pinto desde que era pequeño, incluso en las paredes»

¿Siempre tuvo claro que quería ser artista?

Siempre.

¿De pequeño ya dibujaba o emepezó más tarde?

Ya pintaba, incluso en las paredes.

¿Un referente?

Darío Villalba.

¿Prefiere la cámara o los pinceles? ¿Con qué se queda si tiene que elegir?

La unión hace la fuerza.

¿El premio que le gustaría ganar algún día?

Uff... son tantos.

¿El retrato que pagaría por hacer?

Al hombre más feo del mundo.

¿Un color?

B/N.

¿Un museo para exponer su obra?

Museo Reina Sofía.

¿Un lugar para fotografiar?

Donde se encuentre el momento decisivo.

Si tuviera que elegir a un pintor, ¿con cuál se quedaría?

Francis Bacon.

¿Un fotógrafo?

Diane Arbus.

¿Una obra maestra?

El Perro de Goya.

La fotografía es...

Una herramienta.

¿Una imagen vale más que mil palabras? ¿Está de acuerdo con esta afirmación?

Depende de quien pronuncie las palabras

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