El Hula registra de media dos casos al año y todos por causas religiosas

La hematóloga Ángeles Covas explica que siempre se respeta la voluntad del paciente, salvo si es menor y hay riesgo de muerte

Las negativas a recibir transfusiones de sangre en Lugo no son habituales, aunque se dan casos. La doctora Ángeles Covas, hematóloga del Hospital Universitario Lucus Augusti, explica que el centro suele registrar una media de dos supuestos al año, "y prácticamente todos son por connotaciones religiosas", matiza.

Cuando el paciente se opone a recibir sangre, los médicos siempre acatan su decisión, aunque esa negativa comprometa su vida. "Si la persona está consciente se respeta su decisión. Si no lo está y tiene un certificado de voluntades previas, tampoco se ordena la transfusión", afirma la hematóloga.

Las personas que no quieren recibir sangre ajena amparándose en sus convicciones religiosas tienen muy claro lo que eso implica y asumen las consecuencias, aunque se han dado casos de pacientes que cambian de opinión cuando ven que su vida corre peligro y no hay alternativas.

Los padres de un menor de Monforte con hemorragia abdominal se negaron a la transfusión, pero se ordenó hacerla tras avisar al juez

La doctora Ángeles Covas recuerda a una paciente con leucemia, Testigo de Jehová, que se negó a recibir sangre durante las primeras fases de su enfermedad. "Se respetó lo que ella quería y se utilizó eritoproyetina (una hormona producida por el riñón cuya función es mantener constante la concentración de glóbulos rojos en la sangre). Sin embargo", cuenta, "su estado de salud fue empeorando y en la fase de postquimioterapia se dio cuenta de que corría peligro de muerte y acabó solicitando ella misma la transfusión. Esa decisión le costó su salida de la comunidad religiosa".

Este derecho a decidir es personal y se limita a los mayores de 18 años. Es decir, cuando el paciente es menor de edad y existe riesgo de muerte, los padres no están autorizados legalmente a decidir por él. En estos casos, el médico puede ordenar la transfusión si considera que es imprescindible para salvar la vida del enfermo y se lo comunica al juez.

"Cuando trabajaba en el hospital de Monforte", comenta la doctora Covas, "tuvimos un caso de un menor con una hemorragia abdominal y los padres, Testigos de Jehová, se negaban a que recibiera sangre. El niño se debatía entre la vida y la muerte, así que avisamos al juez y el servicio de cirugía ordenó la transfusión, aun en contra de la decisión de la familia".

Una Testigo de Jehová aceptó una transfusión en el Hula en la última fase de su leucemia y la obligaron a salir de la comunidad

PROTOCOLO. Para que todos los servicios médicos implicados sepan como actuar en casos como los expuestos, así como las implicaciones legales de sus decisiones, el hospital lucense elaboró hace unos años un protocolo de actuación.

"Se elaboró en colaboración con diferentes servicios, como cirugía o anestesia, entre otros, con la intención de publicarlo. En él se recogen diferentes causas de la negativa a recibir una transfusión sanguínea y los aspectos legales que implica la actuación médica. De momento", apunta la hematóloga lucense, "no cristalizó porque se encuentra todavía en proceso de revisión".

Aunque los casos son pocos, cada uno de ellos supone un reto para los profesionales sanitarios, que tienen que respetar la opción de estos pacientes —casi siempre Testigos de Jehová— aunque esa decisión les cueste una muerte que se podría haber evitado.

Actualmente, en la provincia de Lugo residen alrededor de 400 personas que profesan esa versión del cristianismo que prohíbe las tranfusiones sanguíneas.

Los Testigos aceptan el uso de recuperadores de sangre, pero no la autodonación

Que un enfermo se niegue a recibir una transfusión de sangre cuando la necesita cierra muchas vías a la curación, aunque en ocasiones existen alternativas. Una de ellas —para no tener que recibir plasma de otra persona— es la autodonación, que consiste en que el paciente done previamente su propia sangre para que sea utilizada durante la intervención quirúrgica.

Sin embargo, esta opción, como explica la hematóloga Ángeles Covas, tampoco convence a los Testigos de Jehová. "Muchos de ellos rechazan esta posibilidad porque la sangre está estancada y consideran que únicamente pueden recibir sangre en movimiento".

RECUPERADORES. Ante esto, la única alternativa que casaría con sus convicciones religiosas sería la recuperación de la sangre que el propio paciente va perdiendo durante la intervención quirúrgica. "El uso de recuperadores celulares intraoperatorios", apunta la doctora Covas, "es una posibilidad, aunque no sirve para todos los casos ni para todos los pacientes. En el Hula los utilizamos desde hace tiempo, fundamentalmente para cirugía vascular y traumatológica, y no únicamente cuando el enfermo se niega a recibir una transfusión, sino simplemente cuando los facultativos consideran que es la opción más adecuada".

Ya en el postoperatorio, cuando el paciente no ha recibido sangre "suele quedar muy anémico" y en ese caso, "se le suministra hierro intravenoso".

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