Hipotecado: "Vives en una zozobra, no sabes si mañana has de dejar la casa"

Xosé, nombre ficticio, lleva año y medio residiendo en un piso hipotecado, que dejó de pagar, y bajo la amenaza de ser desahuciado

Xosé prefiere no dar su verdadero nombre. Su vida y la de su mujer sufrió un vuelco desde hace año y medio. Una serie de problemas laborales los condujeron a una reducción de ingresos que, a su vez, impidieron pagar los 530 euros mensuales que costaba su hipoteca. Desde entonces, todo cambió. "El proceso, de momento, está congelado pero vives en una zozobra porque no sabes si mañana has de dejar la casa. Hay gente que pide dinero a familiares o créditos con intereses elevados. Yo no, yo pensé: Montamos en este burro y llegaremos en este burro hasta el final", indica Xosé.

Solo tiene palabras de agradecimiento para Stop Desafiuzamentos, un colectivo que, a cambio de nada, le brindó todo tipo de apoyo y medió con el banco para intentar llegar a un acuerdo. "Te sientes una basura porque fui a varias instituciones y en todas me dijeron lo mismo: ‘'Eso lo tienes que arreglar con el banco'’. Stop Desafiuzamentos me cambió la vida. Me apoyaron y me asesoraron y sin cobrar ni un duro", cuenta.

Él y su pareja adquirieron un piso en Fontiñas en plena burbuja inmobiliaria, en 2005. Un préstamo hipotecario de 141.950 euros permitiría el pago total del piso, pese a que la vivienda, de protección oficial, tenía un precio máximo de 86.834,92 euros. "La entidad no me advirtió de esto en el momento del préstamo y del pago, realizado directamente por el banco, con la consecuencia de haber pagado más de 40.000 euros de sobreprecio ilegal, lo que constituye una estafa", explica el afectado.

Xosé también ignoraba la cantidad de cláusulas que la firma de ese préstamo llevaba consigo y que suponía una cantidad importante mes a mes. "Se incluyó la cláusula suelo (un 3,75%), la de comisión por reclamación de posiciones deudoras (sin que el banco haga gastos que la justifiquen) y la de intereses de demora ilegales (un 18%). El banco cobró abusivamente miles de euros desde el inicio del préstamo".

DEMANDA. Estos propietarios pagaron hasta principios de 2014. Ahora les queda una deuda de 101.000 euros imposible de asumir. "Los 530 euros al mes no los podemos pagar. Podríamos, con mucho esfuerzo, si bajasen la cuota a 300 pero queríamos que el banco anulase las cláusulas abusivas y nos devolviese los intereses y otros gastos cobrados de más desde el principio y no aceptaron. Nos cancelaban la cláusula suelo, pero no nos devolvían lo ya pagado. Así que demandamos al banco por cláusulas abusivas y decidimos dejar de pagar", dice Xosé.

Este propietario ofreció también su vivienda al banco en dación de pago por el 60% del valor en subasta que recoge la hipoteca, es decir, 135.420 euros, pero la entidad también lo rechazó, siguiendo adelante con su demanda de desahucio por impago.

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