La Policía científica de la Ertzaintza inspecciona el gimnasio de Bilbao en el que han aparecido restos humanos y que es propiedad del hombre detenido ayer acusado de torturar y dejar en coma a una mujer, que fue encontrada con ataduras en manos, pies y cuello en este local.
Los investigadores de la Policía vasca permanecen esta mañana en el gimnasio de artes marciales en el que se han encontrado los restos humanos, situado en el número 47 de la céntrica calle de Máximo Aguirre, cerca de la Gran Vía bilbaína, mientras la zona ha sido acordonada por la Ertzaintza.
Además, la Ertzaintza recogió los contenedores de residuos urbanos situados en la zona del gimnasio por si hubiera en ellos elementos relacionados con el caso y también se han separado en el vertedero de Bilbao, en el monte Artigas, las basuras provenientes de la zona para ser estudiadas "una a una" en una investigación policial que se prevé "larga" y por la que buzos de la policía vasca han comenzado a inspeccionar la ría de Bilbao, en cuyo cauce buscan nuevos elementos relacionados con el crimen.
El dueño del gimnasio, un hombre de 47 años, fue arrestado ayer después de descubrir en el interior del local a una mujer que fue conducida allí en contra de su voluntad y que permanece ingresada en coma tras ser brutalmente agredida.
Los hechos se produjeron sobre las 15.40 horas de ayer en el gimnasio citado, al que el hombre llevó a la mujer y la agredió a golpes.
Los ertzainas que acudieron al lugar, que tuvieron que tirar la puerta del local abajo para acceder a su interior, encontraron inconsciente a la víctima, que presentaba ataduras en las muñecas, los tobillos y el cuello.
La víctima tuvo que ser reanimada antes de ser trasladada al hospital de Basurto.
La Ertzaintza arrestó al propietario del gimnasio como supuesto autor de la agresión y, tras la investigación iniciada por estos hechos, ha descubierto en el gimnasio restos humanos de los que se indaga su procedencia.
