Un vecino de Meira encontró en la tarde de este martes unos restos humanos que podrían ser de Oliva López Tella, la octogenaria que desapareció de su vivienda de Murias, en la parroquia de Seixosmil, el pasado 16 de enero.
El hallazgo se produjo en torno a las 18.30 horas, cuando el vecino realizaba tareas en una finca conocida como As Peneliñas, en el lugar de Porto do Couso.
Al descubrir el cuerpo, llamó al regidor, Antonio de Dios, quien avisó a la Guardia Civil, que se desplazó hasta el lugar junto al forense y a la policía judicial. También acudieron a la zona familiares de Oliva, quienes respondieron a las preguntas de los investigadores, para tratar de clarificar si se trataba o no de la mujer desaparecida.
Durante aproximadamente dos horas, los agentes estuvieron tomando huellas en la zona, una finca extensa próxima a un pequeño arroyo, donde además del cuerpo se localizó un bolso con una llave en su interior.
La zona en la que aparecieron los restos humanos, a los que se les practicarán pruebas de ADN, está a una distancia aproximada de un kilómetro de la vivienda donde nació la octogenaria -en Vilaxuso, Brañanova- y a unos ocho de donde residía actualmente, en Murias.
Oliva López Tella, de 86 años, tenía principios de alzhéimer, según reconocieron sus allegados en el momento de su desaparición. Durante días, voluntarios de varias agrupaciones de Protección Civil, vecinos y agentes peinaron sin descanso los alrededores de la casa donde vivía sola desde que enviudó hace algunos años.
BÚSQUEDA. Hasta Murias se desplazaron también agentes especializados con perros de rastreo y el helicóptero de la Guardia Civil sobrevoló varias jornadas la sierra de Meira. Aunque, tal y como confirmó el alcalde, Antonio de Dios, la zona en la que aparecieron los restos «nunca fora revisada». «Non pensamos en ningún momento que puidera ter camiñado tanto e aparecer tan lonxe», precisó el regidor.
Ante la falta de pistas de la desaparecida, que dejó la puerta abierta de la casa y la habitación desordenada, se especuló sobre la posibilidad de que su marcha no fuese voluntaria. De hecho, se habló de que la mujer había vendido fincas recientemente y que podría tener dinero en efectivo, un extremo que la Guardia Civil siempre descartó.
El alcade de Meira se mostró aliviado por el hallazgo, a la espera de una confirmación oficial. «Non podo dicir se é ou non Oliva, pero en caso de que sexa alégrome moito pola familia», dijo De Dios, quien cree que la aparición del cuerpo puede permitir descansar tranquilos a sus allegados.
