''Hablamos del negocio, pero sin discusiones''

Eduardo y Marisol, en el supermercado.
photo_camera Eduardo y Marisol, en el supermercado.

la casualidad hizo que Eduardo Sánchez, empresario, y Marisol Rey, auxiliar de vuelo, se conociesen hace ya 31 años en una discoteca de Viveiro, pero ahora es la primera vez que trabajan juntos al frente del supermercado Spar. Forjaron su carrera en Londres hasta que la morriña y el afán de una vida más tranquila motivó su retorno.

La compenetración es el secreto de su éxito, según Marisol, quien asegura que cada uno lleva unos temas y así no hay interferencias, aunque cuando es necesario ambos se ocupan de todo. «Solemos coincidir, pues llevar 30 años juntos ayuda mucho».

Otra clave reside en que tienen horas para disfrute propio, como ir al gimnasio. «No estamos juntos las 24 horas, pero sí más que antes, en que andábamos a correr siempre, y la ventaja es que tienes compañía». Esto también les permite compartir el desayuno y las tareas domésticas. «Tengo suerte, tanto Eduardo como mis hijos están muy enseñados, nos turnamos y tratamos de hacer todo al 50%».

Marisol reconoce que al principio «me daba un poco de miedo pensar en estar todo el día juntos, tenía miedo a cansarme, porque estaba acostumbrada a un trabajo más liberal». Ahora afirma que ganaron en calidad de vida y está encantada «con la tranquilidad» que disfruta en Viveiro.

A Marisol le gusta llevar el mando de la empresa, algo que atribuye a que Eduardo tuvo 40 empleados a su cargo y está un poco cansado. «Quiere más desconexión, mientras yo disfruto con la organización». El inconveniente, «siempre acabamos hablando del negocio, si no trabajase con la pareja a lo mejor no ocurriría, pero no discutimos». La ventaja, la complicidad que se crea, un mérito que atribuye a Eduardo, «que es muy tranquilo y paciente, además su experiencia como empresario me inspira seguridad». Su logro, crear una familia y un equipo con sus empleados, con los que potencian el trato respetuoso hacia el cliente.

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