Guntín de Bóveda gana un pleito a Ver sobre un monte

Los vecinos de la parroquia de Guntín han tardado diez años en lograr hacerse con parte de un monte que le disputaban sus convecinos de Ver, ambos pertenecientes al municipio de Bóveda. Tras varios intentos de conciliación que no tuvieron éxito, los residentes en Guntín acordaron en 2006 recurrir a la justicia para que decidiese sobre quién era el propietario de algo más de once hectáreas.

La primera sentencia, emitida dos años después de la presentación de la querella por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número cinco de Lugo fue favorable a la tesis de los vecinos de Guntín. El juez se apoyó en pruebas testificales y periciales, siendo determinante el hecho de que el terreno se encontraba a una considerable distancia de la parroquia de Ver, en concreto a unos tres kilómetros. Asimismo, tuvo especial relevancia la declaración de un ex funcionario de la Confederación Hidrográfica del Norte, quien arrojó luz sobre la situación real del espacio demandado como suyo por la comunidad de montes de Ver.

Los responsables de esta asociación no quedaron satisfechos con el veredicto y el pasado año presentaron un recurso ante la Audiencia Provincial, cuyo fallo se ha conocido recientemente. Los magistrados miembros del tribunal ratificaron lo dicho en su día por el juzgado lucense, que los vecinos de Guntín eran los usufructuarios de esas 11 hectáreas en litigio. Lo único positivo que obtuvieron los habitantes de Ver fue no tener que hacer frente a las costas del recurso.

Satisfacción

En la parroquia de Guntín mostraron su satisfacción por el fin de «un asunto que nos deu moitos quebradeiros de cabeza», según declaró uno de los afectados, debido a que, aseguró, el último catastro realizado, a finales de los años 90 del siglo pasado, fue el causante de la controversia.

«Tivemos que botar man do catastro de 1954, pero tamén do que fixera o marqués da Ensenada e de moitos testimonios veciñais para demostrar que o terreo era noso».

Y es que el principal problema radicaba en la curiosa forma en la que los residentes en Guntín gestionan las propiedades mancomunadas.

Desde tiempos que dicen no llegan a recordar, los terrenos se dividieron en parcelas que luego se repartieron entre los vecinos para que las trabajasen a su gusto, situación que imposibilitó formar una comunidad de montes al negar tal posibilidad el tribunal que se encarga de tal cuestión ante tal curiosa forma de gestión de unas tierras dedicadas desde siempre al cultivo de cereales y forraje para el ganado.

De hecho, cinco vecinos de Guntín tienen actualmente repartidas las once hectáreas del espacio objeto del litigio y que lindan con otras dos parroquias, las de Mosteiro, Piño, pero no con la de Ver.

Recurso

Vistas las dos sentencias favorables, en Guntín creen que la mancomunidad de montes de Ver no procederá a la presentación de un nuevo recurso.

De hecho, la Xunta de Galicia, demandada en un primer momento por apoyar las tesis del vecindario de Ver, desistió de presentarse como parte actora en el recurso tramitado ante la Audiencia Provincial de Lugo al entender que el fallo del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número cinco de la capital lucense era claro.

Los vecinos de Guntín llevan décadas repartiendo el suelo mancomunado para que cada uno lo trabaje como desee

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