Guardas del Santo Anxo piden que se actúe ante "amenazas" de un celador

Presentan un escrito a la Xunta en el que alertan de que fue detenido hace días en el Hula por agredir a vigilantes privados y expresan su temor a que cause un altercado similar en Rábade

Los guardas de seguridad del centro de menores Santo Anxo de Rábade han presentado un escrito a la Xunta en el que insisten en pedirle que actúe ante las continuas «amenazas» de un celador, con el que están enfrentados desde hace años. En ese documento, dirigido a Política Social, alertan de que ese trabajador fue detenido hace días en el Hula por agredir a vigilantes privados y expresan su temor a que cause un altercado similar en Rábade. El celador está actualmente de baja, según indicaron desde la consellería.

En el escrito, que firman ocho vigilantes privados, piden "ser oídos" tras los hechos del Hula, para poder prestar con "dignidad, sin ser continuamente injuriados", sus funciones en "un lugar tan especial y delicado como es un centro de menores".

Los firmantes de esta nueva queja contra el celador -en la anterior, en abril, denunciaron que llegó a prohibir ir al baño a una menor y tuvo que ser atendida por el 061- afirman que los amenaza a ellos y a sus familias y los graba. Añaden que, para intimidarlos, "presume en todo momento de sus habilidades con las artes marciales y la agilidad con armas de fuego" y que son insultados incluso delante de los menores, conductas que tildan de mobbing.

Ese trato ha llevado a varios vigilantes a denunciar "todas las aberraciones sufridas" incluso ante la Guardia Civil, aunque de momento sin éxito, al no contar hasta ahora con resoluciones judiciales favorables a sus pretensiones.

Los guardas recalcan que han mantenido la compostura en el Santo Anxo "porque de lo contrario hubiese sido una batalla muy desagradable que, por lo que se ha visto en el hospital, es sin lugar a dudas lo que en todo momento pretendía". Por ello, reclaman a la consellería que acabe con esta situación. "De ninguna forma queremos pasar por lo mismo que los guardas del Hula", concluyen.

EXPEDIENTE DISCIPLINARIO. Desde la consellería optaron ayer por esperar a tener ese escrito para valorarlo, aunque precisaron que les competen las quejas del ámbito profesional contra ese celador y no las de su esfera personal, a la que circunscribieron el percance del Hula, que dijeron desconocer.

No obstante, indicaron que tras la anterior queja de los vigilantes se le abrió a este trabajador un expediente disciplinario, aún sin resolver, para aclarar los hechos, algo que se hace siempre que se detectan conductas impropias.

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