Gloria al entretenimiento

BILLAR. Iván Rey, un joven natural de Castro de Ribeiras de Lea, es el claro ejemplo de que la diversión no está reñida con el éxito. Lo que empezó siendo una simple afición es capaz de continuar como tal a pesar de triunfar en varios torneos como el Campeonato Gallego.
Iván Rey, junto a una mesa de billar.
photo_camera Iván Rey, junto a una mesa de billar.

HAY PERSONAS que dedican su vida en cuerpo y alma a la búsqueda de un objetivo que, aunque en ocasiones se alcanza, en muchas otras el camino se interrumpe. Y también hay personas a las que les ocurre justamente lo contrario. En estas últimas emerge un bien escaso y codiciado denominado talento, y que es capaz de convertir a un aficionado en todo un campeón. Es el caso de Iván Rey, un joven natural de Castro de Ribeiras de Lea que pasó de jugar al billar con sus amigos -como tantos otros adolescentes- a proclamarse campeón gallego de la modalidad e incluso viajar por el mundo a costa de su habilidad con los tacos y las bolas.

La última -hasta el momento- ocasión en la que el mencionado bien entró en acción fue en julio en Padrón. Rey, que llegó al torneo como cabeza de serie después de los buenos resultados cosechados a lo largo de la temporada, no bajó el piñón. El resultado fue el campeonato.

Decenas de jugadores peleaban en la localidad coruñesa por proclamarse vencedor en las diversas categorías, y fueron 32 los que accedieron al cuadro final de la Segunda División B. Entre ellos estaba el chairego, que finalizó el campeonato en primer lugar.

A pesar de los logros conseguidos hasta el momento, Iván es consciente de que la práctica del billar es simplemente una «afición» y es plenamente consciente de hasta donde puede llegar: «No campeonato nacional, que tivo lugar antes do galego, o certo é que me foi mal», indicó. Explicó que donde sí hay «nivel de verdade» es «en primeira división», no en la categoría en la que él compite.

Sea como fuere, Rey ha vivido ya experiencias gracias al billar de las que no todo el mundo puede presumir, como el viaje que realizó a Las Vegas el año pasado: «Iso chegou de casualidade», afirmó el joven jugador de billar pool.

Su aventura estival en la Ciudad del Pecado llegó tras vencer el pasado año en la final del campeonato gallego de Padrón, por lo que el triunfo de este año ya no ha sido un hecho novedoso para él. El viaje le sirvió para compartir tapete con los mejores jugadores del mundo, esos que están a «outro nivel», pero de los que siempre se puede aprender muchas cosas.

Iván Rey, que se encuentra en la actualidad trabajando, reconoció que el billar seguirá siendo un pasatiempo para él y su agenda a corto plazo será prácticamente la misma. Los entrenamientos específicos y planificaciones están para otra gente. Él solo quiere pasárselo bien.

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