Gibraltar: ''Imponer una tasa de entrada al Peñón es una medida absolutamente ridícula en una Europa moderna''

El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, afirmó que la posibilidad de imponer una tasa de 50 euros para la entrada y salida del Peñón sería una medida "absolutamente ridícula" e impensable en una "Europa moderna".

"Si quien venga a trabajar paga 50 euros para entrar y paga 50 euros para salir, ganará menos de lo que paga para entrar en Gibraltar. Es absolutamente ridículo y no puede suceder en una Europa moderna", declaró Picardo en una entrevista divulgada hoy por el canal portugués Sic Notícias.

El ministro principal gibraltareño ahondó en que las recientes manifestaciones del ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, en una entrevista son "innecesariamente agresivas" y defendió la colocación de los bloques de hormigón en zonas anexas al Peñón, origen de las últimas tensiones con España.

"Fueron colocados en base a consejos ambientales fiables para crear más vida marina. Sé que algunos pescadores españoles se quejan, pero tienen que ser más pacientes, porque así se creará más vida, más peces y será positivo para todos, tanto para el ambiente como para ellos", declaró Picardo, que pasa sus vacaciones en el Algarve portugués (sur del país).

El representante gibraltareño aseveró que el Peñón "no es un paraíso fiscal", como a España le gusta hacer ver -apostilló-, y recordó que desde el 2010 todas las empresas que operan en Gibraltar o con negocios fuera pagan "la misma tasa" del 10 por ciento.

La tensión diplomática entre Gibraltar y España ha resultado hoy en una queja formal del Peñón a la Comisión Europea (CE) por las largas filas en la frontera con motivo de los controles impuestos por las autoridades españolas.

La CE, que analizará la queja, ya reconoció el lunes el derecho de España a controlar su frontera con Gibraltar, un territorio que no pertenece al espacio Schengen, pero recordó que esos controles "deben ser proporcionados".

Gibraltar afirma que tiene jurisdicción sobre tres millas náuticas alrededor del Peñón, algo que no reconoce España, pues en virtud del Tratado de Utrecht de 1713 solo admite la soberanía gibraltareña sobre las aguas del puerto.

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