Garrido dice que la Xunta y el PP intentaron ''chantajear'' al Concello sarriano

La polémica entre gobierno y oposición por las infraestructuras deportivas de Sarria continúa en la brecha. Mientras el PP dice que el Concello «desestimó la colaboración» de la Xunta para mejorar el estadio de Ribela, el alcalde, Claudio Garrido, asegura que lo único que hizo la Administración local fue no ceder al «chantaje» de los populares y el Gobierno autonómico.

«Es totalmente falso que este grupo de gobierno no aceptase la colaboración de la Xunta. El PP sólo intentó enredar y chantajear para hacer algo imposible. Es una vergüenza que la Xunta utilice a su partido para dirigirse a otra institución como es el Concello cuando la colaboración tiene que ser entre administraciones. Si quieren colaborar en la remodelación de Ribela habría que firmar un convenio como en el caso de Vilalba y no hacer chantaje», señaló el alcalde.

Garrido insistió en que los terrenos de O Chanto son insuficientes para construir un campo de fútbol, que sólo podría hacerse «tirando» el edificio del campamento juvenil.

El regidor también se refirió a la piscina climatizada. «Es una deuda histórica que el PP ya ofreció en La Unión en el año 1998, que llevó al Parlamento y que no construyó por intereses políticos. Ahora por fin va a ser una realidad», afirmó. A este respecto, Claudio Garrido dijo tener la conciencia tranquila. «Este gobierno hizo todas las gestiones pertinentes. Ot­ra cosa es que la dirección xeral de Deporte en el año 2008 llevara la piscina de Sarria para Tomiño por decisión unilateral», apuntó.

Por último, el mandatario sarriano acusó a la Xunta y al PP de «darle la espalda a Sarria» en materia deportiva y de «discriminar a la población por cuestiones políticas».

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