El empresario Miguel García Gesto, que según pudo saber este periódico era el representante en Lugo de Inca, la empresa que ganó el concurso para rehabilitar la fábrica de la luz y explotar la concesión hidroeléctrica, peleó por el contrato desde más de un año antes de que la firma asturiana resultara adjudicataria en el proceso convocado por el Concello.
Según confirmó ayer una persona que formó parte del equipo de José López Orozco, García Gesto contactó con al menos un miembro del gobierno local en ese periodo. «Hablaba en nombre de una empresa asturiana y tenía gran interés en que el proyecto saliera adelante. Se le dijo que iba a haber un proceso de licitación pública, al que podría presentarse, como todo el mundo», explicó esa persona. Se desconoce si Gesto era empleado o de alguna manera estaba a sueldo de Inca, ya que las investigaciones en torno a él forman parte de la pieza que investiga la magistrada del juzgado número 1, separada de la causa principal.
|
Consiga AQUÍ la información completa |
