En el último caso fue preciso repetir durante meses el tratamiento para eliminiar el foco

As Gándaras, de nuevo bajo sospecha por el caso de legionela de un usuario

Asiduo al centro de día lucense, está hospitalizado en el Hula. Ya en noviembre ocho personas resultaron afectadas, lo que obligó a usar duchas provisionales durante meses
Conducción alternativa de agua instalada en As Gándaras con motivo del brote del año pasado
photo_camera Conducción alternativa de agua instalada en As Gándaras con motivo del brote del año pasado

Un usuario de la residencia de la tercera edad de As Gándaras está ingresado en el Hula con legionela, lo que coloca al geriátrico, gestionado por la Consellería de Traballo e Benestar, de nuevo en el punto de mira. El centro sufrió el pasado noviembre un brote de la bacteria que acabó infectando a ocho ancianos y obligó durante meses a utilizar duchas provisionales por la resistencia del foco.

La delegación provincial de Sanidade y la Xunta ya han sido alertadas de la existencia de este caso y, según confirmó este martes el departamento de comunicación del Hula, "se han puesto en marcha los protocolos oportunos", sin abundar en más detalles.

En este caso, al ser un único afectado por el momento no se puede considerar un brote. Sin embargo, como se trata de una persona que acude diariamente al centro de día de la residencia, no se trata tampoco como el de un caso aislado, ya que siempre se tiene especial precaución con los pacientes que vienen de centros donde conviven muchas personas, desde otros hospitales hasta prisiones u hoteles, donde un brote puede causar muchos enfermos.

El hombre ingresó hace dos días en el Hula porque presentaba problemas respiratorios y le diagnosticaron una neumonía, que fue la razón de su ingreso. este martes, los resultados de las pruebas confirmaron que se había infectado por la bacteria. A todos los pacientes que dan positivo en legionela se les hace un cuestionario epidemiológico con la intención de detectar de forma rápida la presencia de un brote. Se pregunta por el lugar de residencia, de trabajo o por su alojamiento en los últimos días y se intenta reconstruir sus pasos. El objetivo es poder cruzarlos con los de los casos que aparecen en los días siguientes y detectar un foco común para eliminarlo.

El paciente no es un interno de As Gándaras pero, aunque duerme en casa de su familia, diariamente acude al centro de día porque se trata de una persona dependiente que precisa asistencia para tareas como asearse.

El foco del brote que hubo en la residencia a finales del año pasado se había localizado en la conducción del agua caliente de las duchas. No resulta extraño que, cuando se reproducen, lo hagan en el mismo punto.

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