Ganas de liarla

SIENDO como es una servidumbre necesaria, un resorte irrenunciable en todo Estado de Derecho, la Justicia de este país no goza del aprecio general de los ciudadanos. Por algo será. Pero todavía puede empeorar, y probablemente lo hará en Galicia más que en ninguna otra parte, si cristaliza el anteproyecto de la Ley Orgánica del Poder Judicial que impulsa el ministro Gallardón, sin tener para nada en cuenta las peculiaridades regionales de cada comunidad. ¿Qué cabeza puede idear una revisión asimilando la diversidad orográfica de Galicia con otras tan diferentes, como las dos Castillas, por ejemplo, o con cualquier otra singularidad territorial más allá de Pedrafita? Si se hace por razones de economía, ¿dónde está el ahorro si el personal deberá ser el mismo? ¿O va reducirse para agrandar todavía más el atasco de las resoluciones? Se conseguirá, eso sí, alejar aún más el sistema del pueblo, encrespando y torturando al vecino de A Fonsagrada o de O Courel al obligársele a desplazarse a Lugo para trámites que podría resolver en su entorno. Ganas de liarla.

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