Gabriel Tizón reúne ilusión en las fotos de ‘Soñadores’

Gabriel Tizón y Pepe Álvez (Foto: Xesús Ponte)
photo_camera Gabriel Tizón y Pepe Álvez (Foto: Xesús Ponte)

Gabriel Tizón quiso que su libro fuese ‘Soñadores’ y no ‘Tercer mundo’ o ‘Muertos de hambre’ porque, dice, los protagonistas de las instantáneas que este fotógrafo ferrolano ha puesto en papel después de viajes durante diez años por cuatro continentes «jamás se van a resignar». Tizón presentó ayer en la librería Trama de Lugo su ‘Soñadores’, en un coloquio conducido por el redactor gráfico de El Progreso Pepe Álvez.

«La ilusión es la gasolina de las ideas, si no soñamos estamos muertos», insistió ayer en Lugo Gabriel Tizón, después de una proyección de siete minutos de ojos brillantes, jergones de hospital, muñecos abandonados y manos que se aferran a la vida.

«¿Dónde está el límite del morbo a la hora de seleccionar las imágenes?», le preguntó Pepe Álvez al autor del libro. «Es algo que nunca he sabido contestar. Para este libro he querido escoger imágenes que cuenten realidades, pero no imágenes desagradables. Mi sobrina de siete años vio las fotos y no pasó nada. Había imágenes más duras, pero no venían a cuento», dijo.

‘Soñadores’ guarda anécdotas que van de Rocío Jurado a una mujer anónima de los Andes, en la frontera con Colombia.

De cómo la agencia para la que trabajaba en aquel momento le pidió a Tizón que dejase de enviar fotografías de la Indonesia postsunami «porque se había muerto Rocío Jurado».

De cómo la dama andina, «muy afectuosa», le pidió un retrato a Tizón y le dio las gracias «por llevarla de viaje» a Galicia».

Hay quien entiende que ‘Soñadores’, un volumen de bolsillo, recuerda a un pasaporte; «para vosotros y para ellos», apostilla Tizón. Porque los retratados -«muchos murieron»- supieron que iban a ser conocidos en otro lugar.

Pepe Álvez apostilló ayer que tiene más de libro de familia -«un concepto que parece ya pasado de moda»-, ya que el fotógrafo debe conseguir una cercanía casi familiar para que las capturas cuenten lo que cuentan las de ‘Soñadores’.

Tizón, ayer en Lugo, en un aforo en el que había varios de sus colegas, reivindicó la función del fotoperiodista local y la importancia de hacer grandes las historias pequeñas. Y ejemplificó: «Fueron los fotógrafos locales quienes nos contaron la guerra de Irak».

Y ADEMÁS
¿Crisis, qué crisis?

Sostiene Gabriel Tizón que ‘Soñadores’ es un volumen autoeditado a pesar de que tuvo ofertas editoras para publicarlo. «Es una medida de crisis, aunque yo no le llamo crisis, le llamo robo», apuntó.

Se trata de 22 fotografías que, en muchos casos, se ven publicadas por primera vez en ‘Soñadores’, ya que, asegura, «en según qué medios hay anunciantes que vetan fotos que cuentan según qué cosas en la misma página».

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