Fusión o muerte de las caixas

El Banco de España ha advertido a la Xunta que en Galicia sólo puede haber una caja o ninguna, lo que obliga a impulsar la por ahora bloqueada fusión gallega.

La hora de la verdad ha llegado para las cajas de ahorros gallegas. El Banco de España le comunicó a la Xunta hace unas semanas que en Galicia sólo puede haber “una caja o ninguna”. La autoridad financiera española prefiere que las entidades galaicas se fusionen con las de otras autonomías. Pero como Feijóo se opone, sólo cabe la fusión de Caixa Galicia y Caixanova. La Xunta intenta impulsarla a través de la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, aunque la negativa del presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, bloquea el proceso, que debe hacerse en condiciones que acepte el Banco de España.

“Aquí nos xogamos que existan caixas galegas ou que non existan”, afirmó el presidente de la Xunta el jueves. La frase revela un salto cualitativo respecto al discurso que mantiene Feijóo desde que en verano se opuso a que Caixa Galicia fuese absorbida por Cajamadrid. Entonces decía que en Galicia debe haber “una caja o dos”. El miércoles la conselleira Currás mantuvo esa posición, pero ya dejó ver la nueva postura de la Xunta, al dar señales de que apuesta por la fusión. Y es que la advertencia del Banco de España obliga al Gobierno gallego a actuar antes de la primavera, pues si no se arriesga a que la fusión sea impuesta desde Madrid, con lo que no estaría garantizado que se preservara la galleguidad de las cajas. La apuesta del Banco de España por reducir estas entidades a entre diez y quince en España sólo deja espacio para como mucho una en Galicia.

Presionado por dirigentes del PP del sur, como Corina  Porro y Louzán, Feijóo ha tardado en moverse, mientras se iniciaba una ofensiva mediática “coruñesista” que generó la consiguiente ira viguesa. La fusión sólo es viable desde una perspectiva pangalaica. Tiene el inconveniente de la pérdida de empleo, pero puede hacerse en buenas condiciones.

Gayoso alienta la reacción del sur mientras defiende una SIP (Sistema Institucional de Protección) con cajas de otras autonomías, pero la Xunta ha constatado que esa solución es un paso previo para una fusión.
Mientras en la cúpula socialista de Madrid no consideran grave que Galicia se quede sin cajas, Pachi Vázquez busca réditos políticos y el alcalde de Vigo, Abel Caballero, trata de rentabilizar la situación para salvar su silla. Pero Galicia necesita tener una gran caja gallega. El ejemplo de Fenosa muestra que los procesos de pérdida de control de las empresas autóctonas son irreversibles y muy negativos.
Los efectos del cambiante criterio de la Xunta

Los 50.000 beneficiarios de pensiones no contributivas seguirán percibiendo el complemento autonómico de 200 euros. Esto es lo sustancial tras el rocambolesco intento de supresión de la ayuda, que deja aún más tocada a la conselleira Beatriz Mato. Para el PP empieza a existir el riesgo de que la opinión pública perciba que la Xunta de Feijóo no tiene un criterio definido en asuntos clave y que acostumbra a cambiarlo.

Losada con la L, como Touriño con el viento
La contradictoria actuación del alcalde coruñés, Javier Losada, en la última polémica sobre la L de la A Coruña recuerda el papel de Pérez Touriño en el concurso eólico. El entonces presidente de la Xunta intentó estar al mismo tiempo con sus socios del BNG y con quienes consideraban que el proceso era fraudulento. Así, las consellerías del PSOE denunciaron la “inseguridad jurídica” del reparto de megavatios, pero Touriño no se atrevió a cesar al conselleiro nacionalista Fernando Blanco, con lo que transmitió una gran sensación de debilidad.

Del mismo modo, el pasado lunes Losada votó con el BNG contra la propuesta del PP para que el topónimo de La Coruña sea cooficial, pero poco después el alcalde hizo pública una carta a Núñez Feijóo pidiéndole lo que acababa de rechazar. Losada quiso estar así al mismo tiempo con el Bloque y con los sectores coruñesistas, por lo que se retrató como un alcalde sin personalidad.

Al mismo tiempo, la carta de Losada ha dejado en evidencia a su socio nacionalista, Henrique Tello, que no se ha atrevido a romper el pacto de gobierno, a pesar del flagrante incumplimiento del alcalde. Telló amagó con marcharse, pero se aferra a la moqueta.

En el caso del PP, las tensiones se hicieron patentes el martes en el Parlamento gallego. El sector de la “boina” y los diputados con mayor sensibilidad galeguista, como Pedro Puy, apostaban por llegar a un acuerdo con el BNG, que exigía el cumplimiento de la legalidad lingüística. Pero el coruñés Carlos Negreira se negó y ganó el pulso, gracias a que Feijóo se puso de su lado. El PP volvió a evidenciar su indefinición sobre la lengua y su división interna en una cuestión tan trascendental.

Parlamento. La oposición mejora y el PP sufre

La manifestación del gallego y el grave error político de la Xunta que suponía la supresión del complemento de las pensiones  hicieron que la oposición recobrara el ánimo en la sesión plenaria del Parlamento de esta semana. “No ha sido un buen pleno para nosotros”, reconocían en el PP, en referencia al debate de la L y a la desafortunada forma de rectificar de Feijóo sobre las pensiones, mientras se agrava la crisis del partido en España. Pero la situación de la oposición sigue siendo difícil, por la división interna del BNG y la crisis de liderazgo del PSdeG.

Bieito Lobeira. Aplausos del PSOE y elogios en el PP

Numerosos diputados del PP elogiaban el martes la intervención del diputado nacionalista Bieito Lobeira sobre la lengua, que mereció el nada frecuente aplauso de buena parte del grupo socialista. “Fixo o discurso da súa vida, construtivo. Lobeira estivo moi ben, non como outra veces que nos chamou nazis e outras cousas”, comentaba un parlamentario del PP. Lobeira incluso se esforzó tanto por intentar pactar  su moción con el PP, que alarmó a dirigentes de su grupo, aunque al final no hubo acuerdo.

PSOE. El congreso coruñés, un test para Pachi

La apuesta de Pachi Vázquez por Fernández Moreda frente a Lage Tuñas ha provocado que el congreso provincial de los socialistas coruñeses se haya convertido en un test para el secretario general del partido en Galicia. Si Moreda pierde, Pachi sufriría un duro golpe. Moreda parece tener ventaja, por su posición de presidente de la Diputación coruñesa, aunque se mantiene la incertidumbre ante la votación del sábado. Lage parece haberse asegurado un resultado digno, que como mínimo le permita sobrevivir.

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