Algunos vecinos de Cotá, en Friol, no olvidarán en mucho tiempo al exótico e inusitado visitante que se encontraron este lunes a primera hora por la parroquia. Así, sobre las diez de la mañana, se toparon con un canguro por los alrededores de la carretera que une Friol y Lugo. Aunque al principio no se explicaban de dónde había salido e incluso se pensó que pertenecía al parque zoológico de Marcelle, situado a unos kilómetros, ya en Outeiro de Rei, al final resultó que se había fugado de una vivienda de la zona y fue necesaria la ayuda de la Guardia Civil para llevarlo de vuelta a casa con su dueño.
El nombre del marsupial es Aureliano. Tiene un año y dos meses de edad y pertenece a Emilio, asentado recientemente en la zona y que lo adoptó como mascota porque siempre sintió una gran curiosidad por este tipo de animales. El canguro, de carácter tranquilo, decidió que este lunes era un día perfecto para pasearse por el pueblo y descubrir lugares y gentes diferentes. Así, aprovechó un descuido de su dueño para salir de la finca en la que habitualmente se encuentra. Para fugarse usó "unos ladrillos como escalera y de ese modo pudo saltar el muro que rodea la parcela", explicaba este lunes Emilio después de recuperar a la mascota.
El marsupial, que tiene un año y dos meses de edad, fue capturado en el entorno de la carretera que enlaza Friol y Lugo
La maniobra de Aureliano no pasó desapercibida para un vecino que vive al lado de esa propiedad, que de inmediato alertó de que había visto el canguro a Emilio, que a su vez avisó a la Guardia Civil.
En su recorrido, el animal pasó cerca de uno de los bares del pueblo, en el que algunos vecinos estaban tomando el primer café del día. Según contaron, al verlo alguno de los presentes llegó a pensar que aún no había despertado del todo, al no entender qué podía hacer allí un animal así. La llegada de la Guardia Civil y el Seprona hizo que se disipasen esas dudas y se dieran cuenta de que se trataba efectivamente de un canguro.
Uno de los testigos de ese operativo de busca y captura del marsupial fue Rosa, una vecina que se dirigía a una fuente a coger agua y que se encontró "un coche coas luces e os chalecos reflectantes". "Pensei que había un accidente pero cando me acerquei e vin o que era, non o podía crer", señaló. El canguro había decidido hacer una breve parada en su camino para descansar y fue ahí cuando Rosa vio que el animal estaba calmado y que no se asustaba al ver a extraños, por lo que decidió acercarse a él e incluso tocarlo.
"Era moi pequeniño e a pesar de que era manso e parecía cariñoso, cando intentaron collelo coas redes asustouse e volveu escapar", explicó. Tras este encuentro, y continuar de ruta un rato más, Aureliano fue capturado y devuelto a su dueño. En total, pasaron unas dos horas hasta que estuvo de nuevo en casa. Allí se reencontró con el perro que se ha convertido uno de sus mejores compañeros de juegos. A pesar de que son animales completamente diferentes, "el perro y Aureliano siempre están juntos y jugando entre los dos", resaltó Emilio, aliviado al tener de nuevo en casa al canguro.
Explicó que Aureliano es una mascota muy joven que se hace querer. No dudó en hacerse con él pese a la burocracia que implica. "Debe proceder de un criador autorizado y, además, esa persona tiene que hacer un documento de cesión del animal para lo que puedas tener", dijo sobre unos trámites que cumplió en su día. Ahora el canguro, muy mimado en casa, se ha ganado también el cariño de la gente de la parroquia.
