Francisco López: "La meta de Craega es garantizar productos de calidad"

FRANCISCO LÓPEZ es natural de Ponte de Outeiro, en Castro de Rei, pero vecino desde hace 25 años de la parroquia pastoricense de Crecente. Lleva toda una vida dedicado al campo y este año ha sido elegido como el nuevo presidente del Craega, función que acomete con ilusión y optimismo.

¿Cómo empezó su vinculación con la agricultura ecológica?
En el año 2007 ya me dedicaba a la producción de leche, y a raíz de la supertasa por la cuota láctea –multas por exceso de producción–, me planteé si sería mejor producir menos pero dándole más valor y cuidados al producto, así que me pasé a lo ecológico. Hace siete años, abrimos la quesería Casa Ánxel, en la que pasamos al siguiente nivel con productos que vinieran de esa leche ecológica, y cuatro años después, puse en marcha los invernaderos, en los que tenemos desde calabacines a tomates o berenjenas.

¿Cómo llegó a ser elegido presidente de Craega?
Desde mi posición de productor, ya formaba parte de Craega. El anterior en el cargo, Jose Antonio Fernández, barajaba mi nombre y el de Rocío Freire, de Castañas Alibós, debido a que ambos éramos los que teníamos más antigüedad asociados de forma individual al consejo regulador.

¿Qué supuso para usted la noticia?
Es una experiencia nueva que me da la posibilidad de aprender, pero también de poder ayudar a otras personas a adentrarse en el mundo ecológico.

¿Cuál es el objetivo que persigue Craega?
Garantizar productos de la mejor calidad, pero también que sean sanos y respetuosos con el medio ambiente.

¿Por qué son rigurosas las certificaciones del consejo regulador?
Porque siguen la normativa de la Comunidad Europea. En otras comunidades, el proceso se realiza de manera privada, y por ese motivo, en ciertos casos, los requisitos no son tan exigentes.

¿Cuál es el producto ecológico que más se exporta?
Lo que más peso tiene en Craega es el sector lácteo, pero hablando de productos concretos, la castaña o las algas son un éxito.

¿Cuántos productores hay inscritos en el consejo regulador?
Contamos con cerca de 1.000, y en el caso de las empresas, son aproximadamente unas cien.

¿Qué proyectos tiene en marcha Craega?
Uno de los principales, y además de novedad, es un proyecto colaborativo con algunos colegios. La idea es ofrecer menús y bocadillos ecológicos. Además, hay proyectado desde la Xunta un plan estratégico de agricultura ecológica para Galicia, que está previsto que se ponga en marcha a finales de año.

¿Cuál sería la situación ideal de la agricultura ecológica?
La mejor opción posible es que todos los cultivos fueran ecológicos, tanto por la calidad del producto final como por la reducción que habría en los niveles de contaminación.

¿Cree que algún día será posible igualar la cantidad de agricultura convencional con la ecológica?
Creo que sí. En Alemania, por ejemplo, la industria alimenticia ecológica ya no es simplemente un nicho de mercado, sino que se ha convertido en un segmento importante que registra un constante crecimiento. Es más, los investigadores consideran que es una de las tendencias sociales más importantes.

¿Qué balance hacen este año?
Es sin duda positivo. Si hablamos de dinero, desde 1997, el crecimiento es constante, ya que en aquel momento sólo había siete productores valientes asociados. La crisis existe, pero sus efectos en la agricultura ecológica son menores que en otros sectores. Por ejemplo, es interesante saber que en cuanto a hectáreas plantadas dedicadas a agricultura ecológica, en el año 2015 había una superficie de 9.652 en Lugo. Un año después, la superficie ya superaba las 13.800 hectáreas. Cabe destacar que más del 56 por ciento de la superficie inscrita en Galicia en 2016 corresponde a la provincia de Lugo. Además, en 2016 se facturaron 42 millones de euros.

¿Cuál es la situación de Craega como entidad?
Todo lo que es ahora se lo debe a Jose Antonio Fernández, el antiguo presidente, al que expreso mi total agradecimiento. Es necesario explicar que, antes de que él ocupara el cargo, no se podía pagar a los trabajadores del consejo regulador, que hoy suman un total de 14. Sin embargo, después de su labor como presidente, me enorgullece decir que las cuentas están saneadas, por lo que el trabajo que realizó en Craega es destacable, ya que con ello dejó al consejo en la mejor situación.