Foz estudia precintar los tres pubs que incumplieron la orden de cierre

Calle Rego de Foz (Foto: Antonio López)
photo_camera Calle Rego de Foz (Foto: Antonio López)

El alcalde de Foz, Javier Castiñeira, aseguró ayer que los servicios jurídicos del Concello están estudiando la posibilidad de precintar los tres pubs de la calle Rego de Foz que tenían decretada una orden de cierre por exceso de ruido para este fin de semana, al no haberla cumplido. «Moi ó noso pesar», explicó el regidor popular, «a orde de peche non foi cumplida polo que os axentes da Policía Local e da Garda Civil vironse obrigados a levantar novas dilixencias». «Esta actitude dos propietarios supón un desacato importante á Administración e á Policía Local e vámola trasladar ós xulgados, ademáis non deixa de ser un incumprimento a unha sentenza xudicial», recalcó.

Castiñeira, que espera contar con el informe jurídico que le permita actuar a lo largo de esta semana, recalcó que la actitud de los propietarios supone «unha falta de respecto» a la vecindad y una muestra «da súa mala vontade» para arreglar la situación. En este sentido, el alcalde explicó que algunos de los dueños afectados le llamó por teléfono asegurándole que es muy mala fecha para cerrar estos establecimientos al ser a finales de agosto y cuando hay más gente en la localidad, sin embargo, añade que «hai unha orde do xulgado que conta cunhos prazos e ante iso o Concello non pode facer nada» y subrayó que el cierre, por el momento, es cautelar por lo que pueden reanudar la actividad una vez subsanadas las deficiencias detectadas por los técnicos municipales.

Las obras que deben realizar los establecimientos denunciados son, entre otras, la mejora del aislamiento acústico y acometer otros ajustes como quitar los altavoces de los elementos estructurales, por ejemplo paredes y pilares, por las vibraciones que provocan en el edificio. Además, deben colocar una doble puerta aquellos que carecen de ella.

Problemática

Los problemas con la movida en esta calle de Foz ya vienen de lejos, pero este verano se recrudecieron las quejas vecinales debido no sólo a los ruidos que tienen que soportar cada noche, sino también a los kilos de basura que dejan de si las noches del fin de semana y los desperfectos que causan los jóvenes en el mobiliario urbano, las zonas verdes e incluso los vehículos aparcados en la zona.

En este asunto, la vecindad también reclama que se deje de cerrar la calle al tráfico para evitar las aglomeraciones de gente fuera de los locales, sin embargo, el alcalde ya mostró su postura en este tema y asegura que esta medida se seguirá adoptando por seguridad, puesto que, el paso de coches entraña un grave riesgo.

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