Fotografías para recordar en Bóveda

Dos vecinos de Guntín han recopilado numerosas imágenes antiguas del lugar, que podrán verse en un documental el día 12

Dos vecinos de la parroquia de Guntín, en Bóveda, han hecho un trabajo de recopilación de imágenes antiguas que serán expuestas el viernes 12 de agosto en el local social del lugar. José Luis Gallego acumula en su ordenador portátil unas 500 diapositivas en las que se muestran viejos documentos manuscritos y fotos de estudio, de familias, trabajos en el campo, romerías, fiestas, escuelas, comuniones o bodas. Reunió todo el material con la ayuda de una vecina. Los dos recorrieron casa por casa con esta iniciativa que pretende poner en valor la historia de Guntín.

La idea del proyecto es recuperar la memoria de personas fallecidas, tareas o eventos que ya no se hacen o tradiciones perdidas con el paso del tiempo. No es la primera vez que Gallego asume semejante reto. Su primera exposición de este tipo fue hace tres años, cuando decidió revivir momentos antiguos vividos en el cercano lugar de Laiosa, perteneciente al ayuntamiento vecino de O Incio.

El documental elaborado por aquel entonces contó con enorme éxito. Las fotografías emocionaron a las personas más mayores y muchas de ellas fueron solicitadas para ser utilizadas por la Fundación TIC, de la Diputación de Lugo, que colaboró con la exposición mediante la cesión del proyector y los altavoces. Tal fue la acogida que la intención de los promotores del trabajo es repetir la exposición de Laiosa, para aquellos que todavía no la hayan visto.

Pero antes de esa reposición, será el turno el día 12 de rememorar la vida antigua en la parroquia de Guntín. En este caso, la cesión de la tecnología necesaria para llevar a cabo el evento la realizará el Ayuntamiento bovedense.

ANTIGÜEDAD. En la colección de imágenes conseguidas por los vecinos de esta parroquia de Bóveda, pueden verse instantáneas que datan del año 1900. Muchas de las fotos tienen más de un siglo de antigüedad o se encuentran cerca de cumplirlo. Aun así, conservan la esencia del momento en el que fueron tomadas.

José Luis Gallego las selecciona en carpetas según sean individuales, de grupos, por parejas o según la actividad que muestren. Hay desde fotografías de partidos de fútbol hasta vendimias, pasando por posados familiares o trabajos agrícolas extinguidos en la actualidad. Entre estos se encuentra la meda, que se hacía para almacenar en las casas y protegerlos de la lluvia el trigo, la cebada y el centeno segados.

Las fotos más recientes de la colección datan de la década de los setenta. En ellas ya puede verse una mayor nitidez de imagen fruto de que todavía no han pasado tantos años por ellas. La mayoría son en blanco y negro, pero se cuenta con algunas reveladas a color.

De las fotos más antiguas destaca la sencillez y las caras de asombro de muchos de los niños fotografiados en solitario o con otros familiares. Las ferias y romerías son dos de los escenarios estrella de las instantáneas, que también guardan un hueco para recordar el drama de la emigración en Galicia. Muchas fueron tomadas al otro lado del Atlántico.

DESCUBRIMIENTO. Observar imágenes de hace tanto tiempo permite descubrir una enorme cantidad de detalles. José Luis Gallego descubrió en una del año 1900, posiblemente la más antigua, un retrato de una ascendiente suya. Una tía cuya existencia desconocía.

Sin embargo, algunas de las personas que aparecen en las imágenes no están identificadas. Sí la mayoría, que reviven su paso por el mundo gracias a estas exposiciones que rememoran tiempos pasados y despiertan la emoción de la gente que todavía recuerda cada momento inmortalizado, con mayor o menor detalle.

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