Antón Fortes mete a un niño "sin nombre ni identidad" en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau para contar "el asombro con el que vive el disparate que lo rodea" en el álbum Fume, en el que trabajó con la ilustradora polaca Joanna Concejo y que publicó OQO. Fortes presentó este miércoles en Lugo el volumen consciente de que este texto lo situó en una pinza entre la película La vida es bella y el libro El niño del pijama a rayas, ya en sexta edición en gallego.
Fortes reclama su espacio reconociendo que el texto es posterior al filme de Benigni, pero remarcando que es anterior a la novela de John Boyne. "De hecho, tuve que cambiar el final de mi libro porque era idéntico al del libro de Boyne; no podía ser otro porque Auschwitz era un campo de exterminio, y no de trabajo", desvela.
A mayores, se aleja de ese otro libro comentando que Fume habla "desde dentro del campo, mostrándolo en su crueldad: con los ahorcamientos, las paradas en el frío, todo está contado desde dentro, aunque no acaba de creerse, de verse el dramatismo porque él mira todo no como un juego, pero sí con distanciamiento”.
El escritor sarriano regresa a casi cinco años atrás para hablar de una visita a Polonia y al campo de concentración en el que ambientó su texto, durante la que sintió la necesidad de escribir un texto para niños sobre la violencia y los genocidios en Europa.
Realidades
Eva Mejuto, representante de OQO, informó de que este volumen abre la colección Kontexto, que busca "llamar la atención de los lectores sobre realidades sociales desfavorables a los más pequeños y hacerlos conscientes de esas realidades". Parte de los beneficios que genere el álbum se remitirán a la ONG Creart, que fomenta las actividades de creación artística con niños.
Mejuto enumeró los tres motivos para editar Fume, diciendo que el primero fue a conocer esa ONG, a lo que sumaron "que Fortes lleva tiempo investigando y estudiando a fondo el tema del Holocausto y el trabajo de Joanna Concejo, una polaca asentada en Francia, que hace un trabajo realista duro y sensible. Era una buena combinación para trabajar".
El diputado provincial de Cultura, Antonio Veiga, señaló en la presentación que "obras como esta son las que sitúan a la literatura infantil y a la ilustración hecha en Galiza en la vanguardia europea".
