A Fonsagrada cierra con una jira multitudinaria sus fiestas patronales

Un grupo de amigos, ayer en la jira campestre (Foto: EP)
photo_camera Un grupo de amigos, ayer en la jira campestre (Foto: EP)

Las fiestas patronales de A Fonsagrada echaron el cierre hasta el próximo año con una jira multitudinaria que no se vio deslucida por el mal tiempo vivido durante la jornada, con precipitaciones intermitentes a lo largo del día.

Desde primera hora de la mañana, cientos de personas se fueron acercando al área recreativa de O Pastizal de Padrón, el escenario habitual de este popular festejo, para disfrutar de una jornada festiva en compañía de familiares y amigos.

Aunque la mayoría de los asistentes eran del concello fonsagradino, también se dejó notar la presencia de vecinos de municipios limítrofes e incluso de pandillas procedente de Asturias y León, habituales de esta tradicional convocatoria popular que año tras año superar sus registros de participación.

El momento de mayor afluencia de gente fue al mediodía, cuando se celebraron las ya tradicionales meriendas, en las que predominaron los productos gastronómicos característicos de A Montaña.

No obstante, al amenazar con llover los menos previsores, que no disponían de tiendas ni de lonas bajo las que buscar resguardo, optaron por dejar O Pastizal de Padrón y desplazarse a otras zonas del pueblo, lo que hizo que esta vez la cita lúdica se dejase sentir en distintos rincones de la localidad.

Tras el convite no faltaron las actuaciones musicales improvisadas, sobre todo de gaiteiros y pandeireteiras que estaban disfrutando del día rodeados de amigos.

Una de esas animosas pandillas fue la formada por la mayoría de los integrantes de la asociación cultural local Antaruxas e Sorteiros, que no dudaron en sumarse al baile.

Al cierre de esta edición estaba previsto que empezase en el área recreativa una verbena popular amenizada por el trío Alba y Tania.

Fin de fiesta

Esta multitudinaria gira campestre puso fin a las fiestas patronales de A Fonsagrada, que, un año más, hicieron del concello el epicentro festivo de toda la comarca.

Desde su arranque, el pasado jueves, la villa acogió desde festivales folclóricos y verbenas populares hasta competiciones de fútbol sala para todas las edades y la tradicional feria ecuestre, que superó su récord de participación al reunir a unas 300 reses equinas.

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