Fonmiñá recuerda a Toñi Ónega

Familiares y amigos de la homenajeada, durante la presentación de la muestra (Foto: Pepe Álvez)
photo_camera Familiares y amigos de la homenajeada, durante la presentación de la muestra (Foto: Pepe Álvez)

El grupo fotocimetográfico Fonmiñá rindió ayer homenaje a Toñi Ónega, artista y miembro de dicha entidad fallecida el pasado mes de abril, por medio de la inauguración en la Biblioteca Provincial de una muestra temporal que recoge una selección de su obra fotográfica.

De esta manera, Fonmiñá, a través del recuerdo de Ónega -cuya exposición permanecerá abierta al público hasta el próximo 30 de septiembre-, hermana el séptimo arte de la 34ª Semana Internacional de Cine de Autor con la fotografía, antecesora directa de los fotogramas de celuloide, en un acto en al que asistió la familia de la homenajeada.

«Siempre estará en mi recuerdo», afirma Susana, hija de Ónega, «como todo artista, deja la huella de su obra, que es eterna, y como madre, por supuesto, era la mejor del mundo».

«La exposición refleja todo de ella, que era una persona muy inteligente, con mucha sensibilidad», continúa emocionada.

«Las obras no hay más que verlas, son pura sensibilidad, expresan cómo lograba captar el alma de las cosas», explica en referencia a una colección de instantáneas que extraen un aura mágica, onírica o irreal de la realidad más cotidiana, jugando con las formas y la sugerencia de paisajes naturales, urbanos y humanos; con las texturas de los objetos, con el influjo de la luz o de las tinieblas.

Deber de amistad

Para Fonmiñá, este homenaje «es un deber de amistad para con una persona a la que no se puede restringir a un aspecto personal o artístico».

Al mismo tiempo, la asociación quiso destacar este acto de recuerdo como parte intrínseca de la 34ª Semana de Cine de Autor, puesto que Ónega, pese a no formar parte de la cúpula directiva del grupo, destacaba como uno de sus principales activos a la hora de sacar adelante cada edición del festival.

«La exposición no solo honra la memoria de Ónega, sino que pretende además dejar patente que se trataba de una magnífica artística», explica Fonmiña sobre una entusiasta de la imagen que exhibió sus fotografías en numerosos certámenes y muestras.

«Por ello ponemos parte de su obra a disposición de las más de mil personas que transitan diariamente la biblioteca, un lugar de cultura», concluyó.

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