El Ministerio de Fomento reabrirá este domingo al tráfico la N-540 en Guntín, en donde permanece cerrada desde comienzos de esta semana. Así lo anunció este viernes el secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras, Víctor Morlán, que supervisó el dispositivo movilizado por el departamento ministerial para reforzar la estabilidad del puente situado en el kilómetro 18,4 del vial, cuya base se debilitó a causa de las lluvias de las últimas semanas.
Morlán, que estuvo acompañado en su visita por el subdelegado del Gobierno en Lugo, José Vázquez Portomeñe, agradeció "el gran esfuerzo" realizado por la empresa que ejecuta estas obras, ya que, recalcó, hizo posible que "en escasos días" se completen unos trabajos "que normalmente duran semanas".
El secretario de Estado de Infraestructuras, que se felicitó de que las condiciones climatológicas "ayudasen" a que los trabajos se desarrollasen con normalidad, anunció que se han aprovechado estos trabajos para mejorar también el radio de la curva a la salida del puente —una zona en donde se ampliará en un metro la anchura de la calzada—, con el objetivo de facilitar el cruce de camiones en este tramo de la Nacional.
Víctor Morlán hizo también hincapié en la "complejidad" de las obras, en las que Fomento estableció turnos de trabajo durante las 24 horas del día. Según detalló, entre otras actuaciones se reforzó el muro del viaducto y se mejoró el drenaje para garantizar que no se repita la incidencia que obligó a cortar el vial.
Por último, Morlán pidió "disculpas" a los usuarios de la vía, que se han visto obligados a utilizar esta semana los desvíos alternativos habilitados por Tráfico, con los consiguientes retrasos e incomodidades. Por este tramo de la N-540, que une Lugo con Ourense y Santiago, circulan cada día unos 7.000 vehículos.
Alivio para los vecinos
El anuncio de que Fomento reabrirá mañana a la circulación la N-540 ha sido acogido con alivio entre los vecinos de Guntín, a quienes el corte del vial les ha dejado sin servicio de autobús y, además, les ha restado clientes en sus negocios.
Así lo señalaba ayer, entre otros vecinos, Ruth Díaz, que trabaja en la gasolinera local, en donde, según dijo, desde hace días casi no paran camiones y también se redujo el número de turismos que usan las instalaciones. "Pasamos de vender la mitad de litros por turno", afirmó, por lo que los encargados de los surtidores "están mucho tiempo parados porque no tienen trabajo".
"No recuerdo ver tan poco movimiento", reiteró, tras lo que señaló, como anécdota, que al ubicarse la gasolinera en las proximidades de la zona de corte del vial, estos días ella tuvo que atender "muchas llamadas de gente que quería saber si ya se podía pasar".
Esta incidencia también hizo mermar la clientela de restaurantes y bares, según admitió, entre otros, Jesús Rodríguez, dueño de uno de los restaurantes de la villa. "Lo notamos sobre todo en el bar, en los cafés y en los desayunos, donde fácilmente perdimos la mitad de los clientes; en el comedor nos afectó menos, porque mucha de la gente es de la que viene todos los días", explicó.
Este hostelero lamentó, además, que "aunque trabajas menos, tienes que echar las mismas horas en el negocio".
Aunque dijo no recordar un caso similar en los 40 años que lleva regentando el negocio, se felicitó de que al final todo se resuelva con "un pequeño parón". "Otra cousa sería si estuviésemos así varios meses y no unos días", concluyó.
