''Foi unha desfeita tremenda''

Trabajos para recuperar la normalidad en María Docampo (Foto: Antonio López)
photo_camera Trabajos para recuperar la normalidad en María Docampo (Foto: Antonio López)

Los comerciantes de la avenida da Mariña y Álvaro Cunqueiro de Foz trataban ayer de reponerse de los daños que la tromba de agua y granizo provocó en sus negocios, unos desperfectos que llegaron tras un gran susto inicial.

«Nunca piensas que algo así te va a tocar a tí», comentaban ayer las responsables de la tienda de ropa de mujer, María Docampo. Purita Neira y María del Carmen Iglesias y explican con infinita paciencia lo que no gusta contar, que de la noche a la mañana han estado a punto de quedarse sin negocio. «Si coincide que no llegamos a venir algo más temprano al abrir a las cuatro y media tendríamos la tienda caída y no podríamos entrar y si llega a ser de noche tenemos que cerrar las puertas y meter una excavadora, pues fueron muchos los litros recogidos».

El agua entró a raudales en el almacén situado en la parte posterior de la tienda debido a la rotura de una canalón que desvió el agua al falso techo del local. La rápida actuación de todos los que en poco tiempo se concentraron en la tienda, incluidos agente de la Policía Local y Protección Civil evitaron que los daños fueran aún mayores, pues consiguieron que no entrara en la tienda. Todavía ayer eran muy visibles los daños, pues el techo quedó destrozado debido a la brusquedad de la tormenta.

Pérdidas

El local fue uno de los más afectados, aunque sus dueñas volvían a estar tras el mostrador intentando volver a la normalidad, aunque saben que les costará mucho tiempo recuperarse, tanto anímica como económicamente. «Foi unha desfeita tremenda», afirman, y dan por perdida toda la ropa que había en el almacén. «Además de las pérdidas, que son muy grandes, tenemos el malestar de no poder atender a nuestro clientes, pues toda la tienda está desordenada y no se encuentra nada. Tenemos que volver a comprar de nuevo y no creo que estamos recuperados antes de un mes», afirman desconsoladas, tras una noche en la que ha sido difícil conciliar el sueño.

Otros comercios de la zona de la playa y de Álvaro Cunqueiro también se vieron afectados, así como los garajes de algunas viviendas, como el 29 de Álvaro Cunqueiro, donde ayer había más de dos dedos de agua acumulada en el sótano, en cuyo techo aún había bolsas de agua, aunque el ascensor -que el día anterior quedó sin servicio- ya podía usarse. En el tanatorio de Fabeiro también entró agua, aunque en este caso directamente de la calle, a diferencia de la floristería, contigua, en que entró desde abajo por el baño, aunque sin graves daños.

El estado de las alcantarillas, que no pudieron absorver todo el agua y hicieron que saliera por donde encontró hueco, parece ser uno de los motivos de las inundaciones, que explicaría además porque los daños se concentraron en su mayoría en una única zona del centro de la villa.

SORPRESA
«No duró mucho, pero cayó granizo del tamaño de canicas»

No duró más de media hora la tormenta que descargó en Foz granizo «del tamaño de garbanzos, o canicas», recuerda Noelia Santiso, desde el mostrador de la cafetería Dallas, aún asustada con el episodio vivido el día anterior y sobre el que nadie recuerda nada igual. «Tiene llovido mucho y muy seguido, pero nunca pasó nada parecido», asegura.

Romper el techo

Momentos de tensión en lo que supieron reaccionar, pues agujerearon con un cuchillo el falso techo de escayola para que el agua tuviera salida y no afectara al resto del bar, donde había varios clientes. «Caía tanta agua que ponías la mano en la pared y te pasaba por encima», afirma la joven.

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