A Florida, un barrio dividido por las líneas férreas

En la zona hay dos pasos a nivel en los que confluyen varias carreteras. Por el principal tienen salida y entrada seis calles. A pesar del bloqueo que suponen los viales, es uno de los barrios que más ha crecido desde la década de los setenta
Paso a nivel de A Florida, en los años ochenta
photo_camera Paso a nivel de A Florida, en los años ochenta

La líneas ferroviarias que transcurren por la ciudad del Cabe, la que une A Coruña con Palencia y otra que va hacia Vigo, marcaron el crecimiento urbanístico desde su creación. La llegada del ferrocarril era entonces todo un avance y por aquellos años, en 1885, las vías se veían a lo lejos de lo que entonces era el casco urbano. Pasado el tiempo, hoy, los llamados caminos de hierro están en el casco urbano, toda una limitación que los monfortinos supieron superar. Uno de los barrios más afectados por el paso de los trenes es el de A Florida.

En esa parte de Monforte, el primer paso a nivel es todo un entramado de calles. Confluyen en ese entorno las de Roberto Baamonde, A Florida, Calvo Sotelo, Ramón del Valle Inclán, Benito Vicetto y Eduardo Pondal, lo que da lugar a un complejo ir y venir de vehículos y viandantes. A pocos metros, por la Rúa Valle Inclán, hacia A Pobra do Brollón, hay otro, al que dan otros cuatro caminos. Por el primer paso a nivel va la línea hacia Vigo y por el segundo, la que llega hasta Palencia camino de Madrid. 

Los vecinos de ambos lugares de Monforte están más que acostumbrados a estos pasos, aunque prácticamente todos recuerdan más de un accidente por atropello con resultado de muerte. 

Antaño se podía decir que la ciudad acababa en A Florida, donde se cogía la antigua carretera hacia A Proba do Brollón y Quiroga. Era la que unía Lalín con A Gudiña.

Los vecinos reclaman más medidas de protección, como la instalación de vallas o alambradas, en las zonas cercanas a las vías

Ya a la altura de Os Chaos se veía el final de la calle Roberto Baamonde cerca de donde está hoy la farmacia de Marina Pérez, que actualmente regenta su hijo, Manuel Vázquez. Pocos metros más adelante ya no existían aceras. Simplemente se veían grandes hileras de árboles a ambas márgenes, en concreto, plátanos, que fueron retirados cuando se urbanizó la calle, a principios de los años ochenta. 


A partir de ahí comenzaron a construirse tanto casas unifamiliares como bloques de pisos. Es más, había zonas paralelas, como las calles Real, Central e Historiador Germán Vázquez que estaban totalmente desiertas. En la actualidad hay pequeños solares que quedan vacíos. Además, una vez superado el paso a nivel, también las calles Valle Inclán y Benito Vicetto fueron aprovechadas para levantar edificaciones. 

Con todo, el paso a nivel de A Florida, que fue automatizado a principios de los noventa, cambió por completo, tal como se muestra en la fotografía antigua de esta página. Tenía la tradicional caseta para el guardabarreras y su parte central era de madera. Hoy es de caucho e incluso hay unos pasos especiales con barreras en zig zag para los peatones. Además en esas áreas peatonales y en el resto de las calles cercanas hay semáforos para impedir el paso cuando están las barreras bajadas. En ese caso puede continuar la circulación por ambas partes, por ejemplo entre Roberto Baamonde, A Florida y Calvo Sotelo, por un lado, y por las de Valle Inclán, Eduardo Pondal y Benito Vicetto. 

Los vecinos y usuarios de esa intersección entre las vías del tren y las calles ya desistieron de demandar la supresión del paso a nivel. No obstante, de forma cíclica, cada vez que se habla del futuro del ferrocarril en Monforte, salta a la palestra la eliminación de esas líneas férreas de la ciudad si se construye una circunvalación. Ese alejamiento de los caminos de hierro del centro está contemplada en el proyecto de llegada de la alta velocidad a Lugo por Ourense, pero es uno de los planes que están el cajón de los recortes. 

El vecindario y los políticos confían en que algún día, o mejor dicho, siglo, se eliminen las vías del casco urbano e incluso que en su lugar se construyan calles para hacer una auténtica vía interurbana. Es toda una apuesta, pero son muchos los ferroviarios expertos, varios de ellos en puestos de relevancia, que lo ven algo imprevisibles a corto plazo, y más cuando todavía está en desarrollo el puerto seco. 

En varios foros organizados sobre la plataforma logística se puso sobre la mesa que la entrada y salidas de convoyes de mercancías deberá hacerse por otras áreas más alejadas de la ciudad. 

Mientras tanto, no queda más que convivir con los raíles y pedir más seguridad para el entorno de los pasos. Muchos vecinos creen que al menos deberían estar delimitadas las partes del ferrocarril con vallas de protección para evitar el paso de peatones por cualquier sitio.

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