SUPIMOS ESTA SEMANA por una noticia menor, por un suelto, que no habrá nuevas ediciones impresas de la Encyclopaedia Britannica. No es una noticia comercial o anecdótica. Cuando se vea con perspectiva temporal la desaparición de la Britannica en edición impresa podrá representar uno de los indicadores de un final de era. Una transición o convulsión que se produce en esta crisis global que, como capítulo de cierre a una historia del mundo desde 1945 (‘Por el bien del imperio’), analiza Josep Fontana con éxito de lectores. El prestigioso historiador entiende así este tiempo que vivimos: crisis global.
La desaparición de la Britannica en papel se encuadra ahí: la vuelta de llave a este recorrido final de la sociedad del bienestar, del imperio y la crisis de la economía financiera, del dominio y la crisis de la letra impresa... Es la eclosión de la sociedad de la información. ¿El imperio del buscador de Google como camino para el conocimiento y de la Wikipedia como fuente de todos los saberes? Las otras noticias que ocuparon titulares y tertulias durante la semana confirman esos cambios dentro de la crisis global que estudia Josep Fontana: el final de etapa del que avisa la desaparición de la Encyclopaedia Britannica. Hablar de copago en la receta médica o en la sanidad pública es un indicador de final de etapa.
Llevar a primera plana la deuda pública como preocupación general, aunque en el caso de Galicia no se alcance a ver un problema, y repetir un día sí y otro también las mil caras del déficit público como una perversidad hablan de un tiempo diferente. Y el ciudadano busca entender la sucesión de noticias que hablan de recortes en servicios y prestaciones sociales, de crecimiento del paro. De ahí probablemente se explica el éxito en edición impresa, todavía, de una interpretación de este tiempo en clave de crisis global, de final de era como la propia red definió el anuncio de que no habrá nuevas ediciones impresas de la Britannica. Desde las aulas y la política deberían transmitir qué define el tiempo que viene. La huelga como respuesta es incomprensión o negación de lo que sucede.
