Fin de ciclo y nuevo rumbo en Pescanova

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lAS LEYES son normas, pero también armas. Pescanova cierra dos meses de una crisis sin precedentes para una empresa cotizada con algunas certezas, las que fija el titular del Juzgado de lo Mercantil número uno de de Pontevedra, Roberto de la Cruz, en un auto explícito, que aparta al presidente, Manuel Fernández de Sousa-Faro, tras nada menos que 28 años al frente de la multiancional, y a todo su consejo de administración, díscolos y fieles incluidos. A esa certeza se unen más, tantas como marca la Ley Concursal, el único salvavidas que le que ahora a trabajadores, accionistas y acreedores.

Pocas veces un concurso voluntario, instado por la propia empresa, se lleva por delante a sus gestores, cuando lo habitual es que así suceda si la suspensión de pagos es de parte, provocada por un acreedor. Tampoco semeja casual el nombramiento de la autoridad bursátil como administrador único concursal, dejando al margen a la banca acreedora, más si cabe si se aborda un proceso con un pasivo que supera los 3.000 millones de euros y más de cincuenta bancos financiadores. No debía tenerlas todas consigo el juez, ni con el presidente, ni con el consejo, ni con la banca acreedora, que en una suspensión de pagos casi siempre es reclutada para fomar parte del núcleo de los administradores concursales.

Por todo ello es diferente el auto del juez De la Cruz, que deja la puerta abierta a la reversibilidad de su decisión, reponiendo las facultades patrimoniales del presidente y del consejo en otra fase, si llegara el caso. Pero el juez alude directamente a los «evidentes riesgos» de mantener al equipo gestor, y a la «difícil gobernabilidad» de Pescanova en la situación actual, «que exige una voluntad única y eficaz».Motivos le han dado en estos dos meses de vía crucis, en los que cada día amanecía cargado de nuevas nubes negras sobre la sede de Chapela. Estamos, por todo ello, en un fin de ciclo, que no cierra puertas en falso, como hasta ahora.

Todo parece indicar que el administrador concursal designado por la autoridad bursátil, Deloitte, tirará de manual para ejecutar un plan de reflotamiento de Pescanova que tampoco puede ser convencional. Al tiempo que ha derivado a la Fiscalía General del Estado el presunto uso de información privilegiada en las semanas y meses previos al concurso, la CNMV y Deloitte tienen las manos libres, pero no solo para poner orden en las cuentas de Pescanova y fijar un convenio de acreedores que establezca un aplazamiento de pagos y quitas para la millonaria deuda.

Lo más importante del nuevo escenario, y es la certeza que falta para que la ley sea también un arma, y no solo una norma, es que se diseñe un plan de viabilidad que garantice la continuidad de Pescanova, aunque la compañía resultante sea muy distinta a como la conocemos actualmente. El informe del adminsitrador será determinante en este sentido.

Existen precedentes, y no tan lejanos en el tiempo, el lugar y los protagonistas. Martinsa-Fadesa, la mayor suspensión de pagos de la historia de España, con un pasivo de 7.100 millones de euros, logró levantar, irreconocible en cuanto a negocio, un concurso que se declaró en A Coruña en el verano de 2008 y se cerró en marzo de 2011. Tres años para vender activos, en este caso suelo, reconvertir su actividad y reordenar su presencia internacional. Y todo ello también con la participación de Deloitte, que fue la encargada de elaborar un detallado plan y un calendario de pagos para la inmobiliaria.

Ahora, una vez que se conozca con detalle la deuda real de la multinacional pesquera, que se defina la situación del centenar de filiales que no han entrado en concurso, que se aclaren las distintas derivadas judiciales planteadas y que se levanten, en definitiva, todas las alfombras, será el momento de poner nuevo rumbo.

La de Pescanova ha sido una crisis en principio calculada por el presidente de la compañía para hacer frente a sus propios problemas de gestión y a los suscitados por su consejo de administración, con el concurso de acreedores como puerto refugio para todos los conflictos, pero la maniobra de atraque en el juzgado no fue del todo bien calculada. De ahí que Manuel Fernández de Sousa-Faro haya visto cómo el juez le retira de la gestión, y muchos comienzan a apuntar la declaración de culpable una vez se conozca el resultado del informe concursal. Sin embargo, algunos de sus planes serán ejecutados ahora por los chicos de Deloitte, que a buen seguro también abordarán la capitalización de deuda, como quería Fernández de Sousa-Faro, para convertir a la banca acreedora en accionista.

Sin duda a partir de ahora, sin él y su consejo al timón, Pescanova tendrá que surcar muchos mares antes de volver a ser grande.

TACO EN COLOOOOOOOORSin empleo y sin modelo
texto en byN

SOMOS UN PEQUEÑO país con grandes problemas. El primero, el desempleo. Con los datos de la EPA en la mano, de los seis millones de parados que hay en España casi 290.000 están en Galicia. En un año, exactamente, son 21.800 personas más, con un crecimiento superior al 8,2%. Una tasa de paro superior al 22% es una alarma en todos los sentidos. Y por mucho que nos cueste, desde Galicia son pocas las herramientas a las que podemos recurrir.

Incluso el conselleiro de Economía, Francisco Conde, aludió esta misma semana a un cambio de modelo, pero sin armar propuesta de enjundia que pueda resolver el drama del paro.Y aunque resulte paradógico, para sumergirse en los problemas del desempleo hay que hacerlo primero en la estructura de los que están ocupados.

Por ejemplo,el crecimiento de la población activa en estos últimos diez años ha pivotado en Galicia sobre la construcción y los servicios, en detrimento de la industria, que ha perdido peso, y sobre todo de la agricultura. Este escenario arroja una mayor fuerza laboral que se concentró en las etapas de bonanza en dos ejes de gran vulnerabilidad, como se ha visto en el caso de la construcción, y los servicios, donde la temporalidad es norma.En concreto, en los años previos al estallido de la crisis, las actividades inmobiliarias y la hostelería duplicaron en Galicia su número de activos. Ahora, tras el crash la pregunta reside en conocer cuál va a ser el nuevo motor que tire del empleo.

TIPOS CON INTERÉS

JOSÉ MANUEL VILARIÑO ♦ Más peso para Lugo en el consejo de la Autoridad Portuaria

El nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao haría bien en abrir la carpeta de asuntos pendientes nada más aterrizar en el despacho que hasta ahora ocupaba Ángel del Real. Y es que José Manuel Vilariño asume el timón de un organismo saneado, con proyectos como el del nueva dársena, ya consolidados, pero con muchos temas que han sido relegados, como el escaso peso que tiene San Cibrao, puerto concesionado, en las iniciativas que promueve Ferrol. Vilariño bien podría comenzar por conceder a Lugo el peso que le corresponde en el consejo de administración de la autoridad portuaria.

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Buscar inversores extranjeros para enderezar el rumbo de NCG Banco. Ese era el primer objetivo, todavía un sueño, que se planteó José María Castellano al aterrizar en Rúa Nova. Lo que no podía imaginar es que el que parecía último problema, las participaciones preferentes, se haya convertido en el primero, con un corralito impropio de nuestros días. Ahora un juez vuelve a dar la razón a los afectados, en este caso un matrimonio de autónomos lucense, y condena a la entidad a devolverles 90.000 euros. Y, otra vez, la sombra de Caixa Galicia asoma en la comercialización irregular de un producto financiero. ¿Hasta cuándo?

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