La tercera Invernada de Cine de Cabreiros, una apuesta por el audiovisual como dinamización del rural, arrancó con una mezcla de realidad y ficción, ya que el protagonista de la historia real en la que se basó la película que eligieron para el estreno estaba presente.
Marcos Rodríguez Pantoja, el hombre que vivió doce años solo con los animales en Sierra Morena, es el protagonista real de la historia de Entre Lobos, la película que dirigió Gerardo Olivares y que interpretó Juan José Ballesta.
Pasaron más de 50 años, y ya está algo cansado de las mismas preguntas, reconoce, pero le gusta contar su historia. «Yo quería olvidar mi vida porque la gente me tomaba por loco, hasta que la gente me empezó a creer», recuerda Marcos Rodríguez Pantoja, que acaba de cumplir 71 años.
«La película está muy bien, la primera vez que la vi en el cine me harté de llorar porque yo sabía que todo era verdad», dice, aunque si le tiene que poner una pega asegura que es demasiado corta.
«Lo peor fue la vuelta a la vida humana. Ignoraba todo, como que había que pagar por comer. Ya me voy acostumbrando, pero la gente a veces da miedo», asegura, mientras recuerda sus días con los lobos, el reparto de comida con las águilas o la serpiente que siempre lo acompañaba.
«No me sentía solo. Mi padre me vendió a un cabrero y mi madrastra me pegaba palizas. Estaba en la gloria con los animales», dice, mientras asegura que hay que cuidarlos más. «El hombre está haciendo todo polvo, entre los incendios y que casi ya no queda nada en el campo, el lobo no encuentra qué comer y tiene que comer como cualquier humano», dice.
En el acto, estuvo acompañado por Alba Ojea, una educadora social que estudió su historia. «Utilízoa como recurso. Intento transmitir o que vai máis alá, a relación de Marcos con entorno natural, os valores... e trato de tansmitirllo ás diferentes xeracións», explica.
